El precedente de la explosión en la discoteca del Cohiba
Las bombas que estallaron ayer en los hoteles Nacional y Capri de La Habana no son las primeras. El pasado 13 de abril se produjo una explosión, a las cuatro de la madrugada, en la discoteca Ache del hotel Melia Cohiba de La Habana, que fuentes del grupo Sol achacaron a una "tubería de gas", pero que, según otras fuentes cubanas y españolas, fue provovada por una pequeña bomba. Las mismas fuentes revelaron que días más tarde, el 1 de mayo, fue encontrado otro artefacto explosivo que no llegó a estallar en una jardinera del 15º piso del mismo hotel.En ninguno de los dos casos la información fue confirmada oficialmente por las autoridades cubanas, a pesar de que los detalles que manejaban tanto empresarios españoles vinculados con el hotel como funcionarios cubanos eran muy precisos. Se hablaba incluso del explosivo plástico utilizado, del tipo C-4; del peso del artefacto, 400 gramos, y del lugar donde fue colocado, un baño de, la discoteca. Más tarde se supo también que una ciudadana cubanoamericana supuestamente vinculada con estos casos había sido detenida en laisla, y que se investigaba su relación con grupos del exilio o del interior que pudiesen tratar de llevar a Cuba una ofensiva terrorista en objetivos turísticos con el propósito de ahuyentar al turismo.
Fuentes diplomáticas aseguran que el Gobierno cubano no ha querido dar publicidad hasta ahora a estos casos para no sembrar el pánico, ya que el turismo es la segunda industria nacional. El año pasado viajaron a la isla un millón de turistas, de los cuales 140.000 fueron españoles y 220.000 italianos. Las compañías españolas Meliá y Tryp administran o gestionan en régimen de empresa mixta una docena de hoteles con inversiones que rondan los 100 millones de dólares (unos 15.000 millones de pesetas).
