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El Papa paseó ayer algunos minutos en su habitacion, dejó la sonda y volvió a tomar alimentos líquidos

Juan Pablo II dio ayer los primeros pasos por el apartamento que ocupa en el Policlínico Gemelli, en Roma, y dejó la alimentación por sonda para tomar los primeros alimentos líquidos tras la operación de apendicitis a que fue sometido la víspera. Un breve comunicado médico informó ayer, por otra parte, de que "el diagnóstico histológico definitivo [efectuado por el médico español, Jaume Prat, jefe del servicio de anatomía patológica del hospital de San Pablo y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona], ha ratificado el realizado durante la operación" de que en el intestino del Papa no se ha encontrado ningún tumor. Estas noticias confirman que la recuperación del Pontífice va por buen camino.

El posoperatorio es lo suficientemente normal como para que los médicos anuncien que, hasta el viernes, no darán más noticias sobre su evolución. Según el comunicado de ayer, Juan Pablo II no tiene fiebre ni dolores, y durmió por la noche "algunas horas".

"Está bien, y ni siquera tiene grandes dolores", dijo a los periodistas el anestesista, Corrado Manni. "En realidad, ha sido una operación pequeña. Esta mañana ha dado ya un paseíto", añadió Luigi Ortona, el especialista en infecciones que vigila en estos momentos, por si el citomegalovirus contraído por el Pontífice durante las transfusiones a que fue sometido tras el atentado de 1981 tratara de aprovechar la debilidad del posoperatorio para volver a manifestarse.

El Papa ocupa un apartamento de unas 10 piezas, con sala de estar y una pequeña capilla incluida, en el décimo piso del Gemelli. Le acompaña permanentemente su secretario personal, Stanislaw Dziwisz, que duerme en una de las habitaciones.

El Pontífice conversó ayer con los médicos que le operaron. Francesco Crucitti, el cirujano jefe del equipo, fue visto través de una de las ventanas del apartamento papal.

El primer discurso de Juan Pablo II posterior a la operación llegará hoy hasta los fieles a través del secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano, que lo leerá a los congregados en Roma con motivo de una jornada de plegaria interreligiosa. Una representación de unos 400 fieles cristianos, hebreos, musulmanes, budistas, hinduistas y de otras religiones minoritarias, convocados por la Comunidad de San Egidio para celebrar el décimo aniversario de la Jornada Mundial de Oración por la Paz celebrada en Asís por iniciativa, de este Papa, se desplazaron ayer al Gemelli.

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"Todos hemos rezado por el Papa, pidiendo a Dios que recupere la salud", dijo René Samuel Sirat, gran rabino de Francia. El mismo deseo, indica la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha sido expresado por numerosos católicos anónimos, por jefes de Estado y de Gobierno, incluido Fidel Castro.

Domina ahora el interrogante, expresado, por ejemplo, por el cadenal Achille Silvestrini, de si el Papa seguirá el consejo médico de que descanse más.

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