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Instantáneas y 'marrones'

La instantánea no tiene precio. Por un lado, Alex Martín, uno de los más destacados representantes del tecno nacional. Camiseta de Ryuichi Sakamoto y pantalones de material sintético. Por otro, Pau Riba, superviviente de los buenos años de la progresía catalana, cantautor díscolo, surrealista militante y culo de mal asiento. Chaleco de fantasía oriental, pantalones de Zuavo y pies descalzos. A su vera su último hijo, Pròsper, blandiendo una multicolor pistola de agua -"es por si no me pagan", decía Pau-. Ambos, Pau y Álex, esperaban turno para una entrevista televisiva en la que saldrían juntos. El Doctor Music Festival se está revelando como el médium capaz de convocar los más dispares espíritus del karma musical. Las instantáneas resultantes no tienen precio.El descalzo Riba vivió la prehistoria del Doctor Festival. Fueron los Canet Rock, festivales menos milimetrados y más espirituales. Entonces ser hippy era un peligro perseguido por la Ley de Orden Público. Hoy es sólo noticia si a su lado posa un joven que hace tecno. A las 22.30 de ayer le esperaba el escenario acústico. Muchos otros se han quedado por el camino.

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Igual de felices estaban los incontables miembros de Doctor Calypso. Este grupo catalán fue el que inauguró oficialmente ayer el festival ante una cantidad de público difícilmente cuantificable. Los únicos que sufrieron al grupo fueron los saltamontes, pisoteados en su hábitat por una multitud que no esperaban. En fin, los pobres fueron aplastados antes de saber que la causa de su óbito eran el reggae y el ska de los Calypso.

Menos poética era la oficina de producción del festival, el equivalente a la caja negra de los aviones. En este caso, este recinto bien podría llamarse la caja marrón. Todos los que tienen problemas desfilan por él. Un concesionario sin presión en sus grifos de cerveza. Un guitarrista que ha perdido al resto de la banda, un ecologista angustiado, un manager pedigüeño y periodistas sin noticia. Todos confluyen en la caja marrón. Allí son atendidos poco a poco, pues como dice Gus, uno de los responsables de producción: "a) ningún festival así carece de problemas; b) lo importante es írselos sacando uno a uno; c) hay que aplicar la imaginación, y d) al final todo se solventa". Pues eso, todo bien.

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