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Sacrificios para la convergencia a de Maastricht

Enric González

Alain Juppé fue tajante al anunciar que Francia cumpliría en 1998 "todos los criterios de convergencia establecidos en Maastricht" para acceder a la Unión Económica y Monetaria al año siguiente. Reconoció que, para ello, serían necesarios "algunos. sacrificios". Pero guardó la lista de "sacrificios" hasta el mes Próximo, para cuando el ministro de Finanzas, Alain Madelin, presente la ley de reforma del presupuesto para 1995. El presupuesto reformado especificará cómo se financiarán los múltiples subsidios prometidos ayer -a la contratación de desempleados, a los hijos, a los ancianos-, cuyo importe mínimo se estima en 40.000 millones de francos (un billón de pesetas) por año.Parece indudable que subirán los impuestos. Juppé señaló ayer que tal medida sólo se adoptaría "en caso necesario", pero prometió una progresiva reducción de los déficits públicos, no sólo para cumplir con los criterios de Maastricht, sino para poder mantener bajos los tipos de interés y favorecer la inversión. También dijo que los ingresos reportados por futuras privatizaciones de empresas públicas no servirían para financiar gastos corrientes, sino para reducir la deuda. Se da ya por seguro. que el tipo máximo del IVA subirá del 18,6% al 20%.

Con su respeto a los compromisos de Maastricht y su afirmación de que mantendría a toda costa la estabilidad del franco, Juppé hizo una profesión de fe en la ortodoxia financiera. Los, mercados de divisas echaron en falta, sin embargo, más precisión sobre cómo se financiarían las medidas sociales, y el franco descendió en cuanto concluyó el discurso. A cambio de su respeto a Maastricht, Juppé, exigió que los demás también se portaran-correctamente. Cuando habló de la necesidad de una moneda única europea se refirió asimismo a la necesidad de acabar con las "devaluaciones competitivas". Fue un mensaje dirigido a Italia y, en menor medida, a España y Portugal, cuyos productos compiten ventajosamente frente a los franceses gracias al abaratamiento de sus divisas.

La UE, según Juppé, había de participar también en la "cruzada por el empleo". Ya en la próxima cumbre de Cannes, el 27 de junio, Francia planteará la urgencia de relanzar el "gran programa de obras públicas de la UE" que ideó en su día Jacques Delors.

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