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La madre de todas las ampliaciones

Xavier Vidal-Folch

Si la guerra de Irak era la madre de todas las batallas, la adhesión de Suecia es la de todas las ampliaciones, y en primer lugar de la nórdica. No sólo porque el acuerdo de Bruselas con Estocolmo fue el primero de los pactados con el cuarteto Finlandia-Noruega-Austria-Suecia, sino, sobre todo, por el papel central. de este país en Escandinavia: históricamente, imperó en toda la península; económicamente, es su mayor potencia: su producto interior bruto iguala al conjunto de Finlandia y Noruega, y su renta per cápita duplica a la española. Simbólicamente, es la cuna del Estado de bienestar.El voto sí en elreferéndum consultivo incrementa el vértigo a la soledad de los noruegos para el día 28. Un resultado negativo hubiera implicado que "la ampliación nórdica quedara coja, limitada a Austria y Finlandia, y lo que es peor, podría haber quebrado la dinámica abierta en Maastricht, qué activaba y daba satisfacción a la demanda de Europa: hubiera sido un fracaso de la Europa abierta y atractiva", manifiesta Francesc Granell. Granell dirigió el grupo de trabajo comunitario que realizó las negociaciones de la ampliación.

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El "no" era un camino de sangre sudor y lágrimas para la economía.

. Además, ¿sería realista avanzar en la aproximación al Este, acelerando la integración de Polonia y la República Checa, con media región nórdica extramuros de la Unión?

El acuerdo con la UE fue equilibrado en lo presupuestario, la principal discusión, y favorable a las regiones débiles de Suecia. Pero quizá lo fue menos en su aspecto medioambiental.

Llevan razón los verdes suecos al señalar la "incertidumbre" de su defensa en el seno de la UE. Sus estándares contra la contaminación son más exigentes que los comunitarios. El acuerdo les otorgó un periodo de cuatro años para mantenerlos, pero Eva Hellstrand, granjera y vicepresidenta de la campaña del no, ha venido reclamando que "este periodo no sea temporal, sino definitivo". Los integracionistas sólo han fiado al tiempo y a su influencia futura (si se integran todos los nórdicos, el medioambientalismo tendrá mayoría en el Consejo de la UE) el escenario de que el resto de Europa se haga mas exigente en vez de Suecia más laxa.

En el olvido quedan otras batallas, como la famosa del snus, ese tabaco masticable y cancerígeno al que tan aficionados son 300.000 suecos, y cuya producción ya han prohibido Irlanda y Finlandia. Suecia consiguió mantener su derecho a producirlo. Pero no a exportarlo.

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