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"Los adultos utilizan a sus hijos para leer 'El pequeño Spirou'"

Tome, Janry y Debecker forman un trío insólito dentro del mundo de la historieta. Amigos de la infancia -los tres nacieron en Bélgica en 1957- han conseguido formar un equipo artístico intercambiable. Tome, el guionista, también dibuja; Janry, el dibujante, trabaja en los guiones y Debecker, el colorista, dibuja y escribe las historietas que han puesto al día a Spirou, un clásico del cómic franco-belga. Con su atuendo rojo de botones, imperturbable a lo largo de 50 años de existencia, Spirou ha conseguido conservarse más joven que sus compañeros Tintin, Asterix y Lucky Lucke. Spirou combina lo nuevo y lo viejo, lo adulto y lo infantil: "Nosotros no renunciamos a la ambigüedad; muchos adultos utilizan a sus hijos justificar la lectura de los álbumes", afirma Debecker .

Tom, Janry y Debecker crearon en 1987 las historias del Pequeño Spirou, un personaje habitual en las páginas de El pequeño, País, que supone una vuelta a la infancia del Spirou tradicional. Le petit, como le denomina, el guionista Tome, "es un pequeño subterfugio para conseguir continuar con Spirou en una situación diferente. De esta forma pudimos dar una salida creativa al personaje". La nueva vida del héroe infantil les ha permitido trabajar con mucha más libertad y crear un personaje adaptado a la mentalidad actual. "El pequeño está pensado para que le guste los nuevos lectores infantiles y los seguidores de toda la vida".

Niños de hoy

La diferencia del pequeño con el tradicional Spirou es patente en sus respectivas obras. No tiene reparos para espiar en la ducha a las hermanas de sus amigos, tiene una lengua un tanto sucia y es un auténtico fulero a la hora de amañar las calificaciones escolares. Estas características, que son sólo un breve muestrario de sus desatinos, serían impensables en el siempre formal Spirou adulto. Otro de los alicientes que les ha aportado el Pequeño Spirou "es la posibilidad de utilizar un lenguaje mucho más directo, que es el que emplean los niños"."Cuando a principios de los ochenta nos hicimos cargo de la serie del Spirou adulto, intentamos que el lector no se sorprendiera con un cambio brusco y fuimos introduciendo modificaciones de manera paulatina".

La creación del Pequeño Spirou se produjo de una manera un tanto anecdótica. Con motivo del 45 aniversario de la revista Spirou, el director de la mítica publicación pensó que una historieta con la infancia del personaje podría ser un buen homenaje a Spirou. Para Tome esta situación facilitaba un cambio importante del personaje. "Por fin podíamos sacarnos de encima la frustración que no hacer exactamente lo que deseábamos". No obstante, los tres creadores son conscientes de la existencia de ciertos anacronismos de la obra actual. En el Pequeño Spirou aparece una serie de personajes con gran pedigrí rural, como el maestro, el boticario y el cura, y una ambientación escénica que recuerda las películas más rústicas Jacques Tati, antes que éste se pasara a la gran ciudad.

Debecker explica que el aire anejo que tienen algunas de las páginas es deliberadamente premeditado. "En muchas ocasiones utilizo el color asemejándolo al de una foto antigua", dice. Tome y Janry tratan con la misma categoría de creador a Debecker, algo bastante insólito en el mundo de la historieta, en donde el colorista es el último escalafón profesional.

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