El teatro Vieux Colombier de Paris reabre tras 13 años de cierre
El Vieux Colombier, mítico teatro de Jacques Copeau, creado en 1913 y origen de la renovación dramática francesa, pone fin mañana a 16 años de cierre. Su nuevo destino es servir de segunda sala a la Comédie Française. Sus 330 butacas en un local enteramente renovado estarán al servicio de un repertorio que habrá que ofrecer respetando el criterio original de Copeau: "Para el nuevo teatro nos basta con el escenario desnudo". El autor y el texto eran y volverán a ser reyes en el Vieux Colombier. Nathalie Sarraute y sus Le silence y Elle est là son el dramaturgo y las obras con las que el nuevo local inicia su nueva andadura. Luego vendrán Svevo, Crommelynck, Rezvani y Shéhadé.La influencia del Vieux Colombier ha sido enorme. El local nació vinculado a la Nouvelle Revue Française, de Gallimard, Gide y el propio Copeau, y supo combinar clásicos, reposiciones e inéditos. La primera época duró poco: entre 1913 y 1914. La guerra puso fin al experimento, que dejó tras sí 248 representaciones y ¡43 montajes! "Fue todo tan breve y tan perfecto", escribe Copeau, "que aquellos que participaron en ello quedaron fecundados de por vida". Entre esos aquellos, Dullin, Jouvet y un grupo de jóvenes actores que aceptan vivir en el falansterio de Copeau, que les exige ocho meses de preparación, a base de análisis de textos, gimnasia, esgrima...
Régimen casi militar
En 1917, el Vieux Col ombier renace, tal y como cuenta André Degaine en su estupenda Histoire du théâtre, en Nueva York para competir, en términos de propaganda cultural, con una compañía alemana instalada también en Estados Unidos. Y en 1920 el teatro reabre sus puertas en París. En ese momento dispone de una escuela con 13 alumnos sometidos a un régimen casi militar. Molière, Marivaux, Beaumarchais, Jules Romains, Roger Martin du Gard, Jean Schlumberger o Charles Vildrac forman parte de un repertorio que sólo margina a Victor Hugo, sin duda considerado falso y declamatorio, que no será rescatado hasta 1954, por Jean Vilar.Si en 1924 el Vieux Colombier cierra momentáneamente, no se conocen las razones, aunque se barajen varias: la salud de Copeau, su conversión al catolicismo, los problemas económicos, el fracaso de una obra autobiográfica. Lo cierto es que sus alumnos lo mantendrán vivo y así seguirá, de la mano de Vilar, Planchon o Terzieff, hasta 1977. Si bien Copeau marchó a la Comédie para renovarla y hoy el Vieux Colombier se funde con la mayor institución teatral de Francia y parece culminarse una trayectoria, tampoco puede olvidarse lo que el propio Copeau decía de su teatro: "No quiero el dinero de los financieros porque me ataría. No quiero las subvenciones del Estado porque él me ahogaría". El nuevo Vieux Colombier ha recibido 36 millones de francos (más de 672 millones de pesetas) del Estado para mejorar sus instalaciones.
