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Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El triunfo de la modernidad

Dio comienzo el ciclo Tschaikowsky, patrocinado por la Comunidad de Madrid e Iberia, que a lo largo de ocho conciertos incidirá en el repertorio habitual del compositor de la Patética.Para el Concierto violinístico (1878), mil veces escuchado, se invitó a un joven "monstruo": el soviético Yeugueni Bushkov (Moscú, 1968), triunfador absoluto en el concurso Wieniawski, 1986, y en el de la Fundación Heriryk Szeryng, 1992. Discípulo de Tetriakov, acusa con claridad la herencia del maestro por la calidad, belleza sonora, expresividad, infinitud de arco y fascinación virtuosística. Lo tanta veces escuchado- pareció nuevo Y fresco en manos de Bushkov, sin duda uno de los grandes del violín para el siglo XIX. Ros Marbá y la Sinfónica de Madrid colaboraron excelentemente. El concierto no es sólo obra de solista sino, también, de director, coprotagonismo servido con exactitud y pasión por el maestro catalán al frente de una orquesta con unos arcos admirables.

Orquesta Sinfónica de Madrid

Solista: Y. Bushkov, violinista. Director: A. Ros Marbá. Obras de Tschaikowsky. Cuarteto Alban Berg (Günter Pichler y Gerhard Schulz, violines; Thomas Kalcuska, viola, y Valentín Erben, violonchelo). Obras de Haydn, Lutoslawski y Ravel. Auditorio Nacional, Madrid, 18 de febrero.

En la sala de cámara actuó el Cuarteto Alban Berg que desde su creación, en 1970, disfruta de máximo prestigio. Pudimos escuchar el Cuarteto de Witold Lutoslawski, estrenado en 1965. Es página fuertemente original y una de las culminaciones de la aleatoriedad controlada y en ella el gran compositor polaco hizo mil maravillas que los instrumentistas del Berg reprodujeron en sus muchos valores. Cambian aquí, radicalmente, los supuestos ideológicos y dialécticos del cuarteto tradicional, pues de la fusión, interdependencia y unidad de pensamiento de cuatro individualidades, pasó Lutoslawski a la suma, relativamente azarosa, de cuatro instrumentistas que tocan ' a solo. Cuando la belleza se produce, nada importan los procedimientos que la hacen posible y así, la ovaciones del público fueron de excepción.

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