Sigue la escalada de acusaciones entre Mia Farrow y Woody Allen
La última acusación de la actriz Mia Farrow contra el director Woody Allen es que éste hizo el amor con su hija adoptiva Soon Yi en presencia de su otra hija, Dylan, de siete años. Farrow lanzó su nuevo ataque contra el que fue su compañero sentimental durante 12 años ayer ante el juez de Manhattan que decidirá la custodia de los tres hijos de la pareja: Moses, de 14 años, Dylan y Satchel, de cinco años.
El magistrado Elliot Wilk ha establecido una nueva vista antes de concluir el proceso y ha advertido que no escuchará más acusaciones sin pruebas. Wilk, que ha mostrado signos de impaciencia ante la escalada de ataques de la pareja, ha establecido que tanto ésta como Soon Yin -la hija de ésta y nueva compañera sentimental de Allen- se sometan a un reconocimiento psiquiátrico para establecer su capacidad de criar a los menores.
La abogada de Farrow, Eleanor Alter, afirma que Dylan ha declarado ante la policía que vio abrazarse a Allen y a Soon Yin en el apartamento de la Quinta Avenida del director, quien le pidió que se marchara. Posteriormente, prosigue Alter, la niña les vio sobre la cama "haciendo ruidos como si roncaran". Alter asegura que la niña ha dicho a la policía que Allen le tiró a la cara un plato caliente de espaguetis y que amenazó a su hijo biológico, Satchel, con romperle las piernas un día que estaba enfadado.
El director de cine ha declarado que es una locura creer en las acusaciones y ha añadido que Farrow está manipulando a los niños y poniendo palabras en su boca. El abogado del actor ha manifestado que la actriz "mantiene un control total sobre los niños y ejercita su tremenda influencia en las declaraciones de los pequeños". La próxima vista, que puede ser la definitiva, ha quedado establecida para el próximo día 26.
