Desequilibrados
Las apuestas para el premio al mejor actor eran hasta ayer mucho más variadas que las de ninguna otra categoría. En una de las opciones, la vida personal de Warren Beatty, recién casado con la chica de la película Bugsy, Annette Benning, y con una hija, parece querer equilibrar la imagen de su personaje de asesino desquiciado en la producción sobre el mafioso Ben Siegel. Warren Beatty, que nunca ha ganado un oscar al mejor actor, cumple 55 años el mismo día de la ceremonia. Robert de Niro también se juega un oscar, pero para él sería el tercero. De Niro, que ya demostró su capacidad de transformación engordando 20 kilos para su personaje, del boxeador en Toro salvaje, hizo un cursillo intensivo de pesas para ganar volumen muscular para su interpretación del asesino de El cabo del miedo.
A pesar de su escalofriante papel, Robert de Niro compite con Anthony Hopkins, quien ha conseguido que su caníbal en El silencio de los corderos empiece a ser considerada como una actuación que hará historia. Los otros dos actores en la palestra, Nick Nolte y Robin Williams, lo están también por personajes desequilibrados.
