El ojo herido
Fernando Lázaro Carreter, a los 66 años, es además de un investigador infatigable, el adalid de la lucha contra el mal uso del idioma en los medios de comunicación.
Vocablos inventados, mal traducidos o simplemente mal utilizados le "hieren el ojo" y provocan la inmediata reacción del académico, que piensa "que el lenguaje es el más potente instrumento de dominación que existe".
"El problema con que se encuentra el lector desarmado ante un periódico es la jerga; un lenguaje con multitud de rasgos expresivos y de ordenación de la noticia imposibles de comprender si no se es un lector avezado". Las reiteradas quejas de periodistas y editores sobre el bajo número de lectores que existen en España se hacen incomprensibles para Lázaro Carreter, puesto que "es muy pequeño el esfuerzo que se realiza para aproximar el lenguaje periodístico al lector normal. El buen lector traduce la jerga periodística, pero el no habituado se retira antes de realizar el esfuerzo".
Esta aproximación del lenguaje periodístico al utilizado en "los usos comunes del idioma no supone vulgarizar la expresión ni introducir en ella incorrecciones de ningún tipo. Supondría abandonar la jerga, sólo entendible para un pequeño número de personas".
La utilización de manuales o los llamados libros de estilo es, para el profesor Lázaro Carreter, "útil desde el punto de vista del idioma, a condición de que se consulten. Al uso del libro de estilo ha de acompañarle una reflexión personal que nos haga ver que el uso periodístico del idioma no es un problema estético, sino más bien ético. Ético en el sentido de que el idioma es un condominio. El idioma, en este sentido, es lo más importante que tiene España".
El neologismo "ya no puede considerarse una cuestión territorial. Llega por las ondas, y puede haber partido de cualquier parte del globo". "De todas formas, el neologismo no es malo. Es malo el neologismo analfabeto, aquel que se implanta por desconocimiento de los recursos de nuestro idioma. Éste es el más extendido en el periodismo".
