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Entrevista:LA NOCHE DE LOS 'OSCARS'

Cher: "No quiero ser olvidada"

La actriz alcanza el estrellato con su papel en 'Hechizo de luna

Cher es una mujer en la que los Arthur Miller de la Prensa han encontrado el sueño de una nueva Marilyn: una vampiresa que puede dejar soplar el viento del infierno para llamar la atención. La diferencia está en 20 años de feminismo, que le han dado el arsenal que Marilyn nunca tuvo. Años en los que ha aprendido que mostrar vulnerabilidad no es una posición política tan sabia como afirmar: "Me lo he currado yo sola, amigo". La cantante y actriz de Hechizo de luna ha ganado a los 43 años un premio Oscar a la mejor actriz.

Pregunta. ¿Le gustó trabajar con Norman Jewison como director?Respuesta. Sí, aunque es una persona muy extraña. Es muy teatral y siempre tiene muchas historias que contar y le gusta ser el centro de atención, pero también te sabe dejar sola. Está acostumbrado a gritar, pero no le gusta que alguien le responda en el mismo tono, y cuando lo haces, se ríe. Tampoco he conocido a un director que, como él, cuando haces algo divertido durante el rodaje, se ría a carcajadas. Se estuvo riendo todo el tiempo mientras trabajamos. Me parecía tan raro...

P. Las cosas parecen ir marchando bien para usted. De pronto tiene a toda la Prensa diciendo que es una acriz seria y no sólo una vampiresa de pacotilla...

R. Ha habido muchas grandes actrices que fueron vampiresas de pacotilla. Marilyn Monroe fue una gran actriz y era una persona realmente corrientucha. ¿Qué pasa con Mae West, con Heddy Lamar, con Ava Gardner? ¿Qué pasa con todas esas mujeres que vivieron una vida que hace parecer la mía como la de la jodida Mary Poppins? Las mujeres de hoy son mucho más ordinarias, si se puede usar este término. Se van con más hombres, se meten en drogas, beben demasiado o viven la vida en situaciones límite, pero se les mira bien. A Nixon se le mira bien, ¿sabe usted? A Ronald Reagan también y eso no tiene nada que ver. Yo podría parecer bien si de eso se tratara. Sé cómo vestirme. Como una mamá, si es necesario, pero no veo por qué voy a tener que hacer algo que no tiene que ver con lo que yo soy, con mi habilidad para actuar, o si sé cantar o no...

P. Pero su imagen es bastante provocativa...

R. Eso es algo que siempre me rompe los nervios. En Máscara había una serie de alusiones directas a ello, se trataba más de cómo caminaba o lo que enseñaba. En Hechizo de luna el sexo es más como una caricatura, de modo que no me fue difícil hacerlo. La escena cuando voy a la cama con Nicholas Cage fue tan divertida que no se trataba ya de sexo. Cuando lo hacía, pensé: "¿Cómo voy a hacer ahora para recordar todo lo que tengo que decir en esta escena?". Siempre he admirado a Kathleen Turner por su habilidad para besar o desvestirse, o lo que sea. Yo tengo un problema con ello: nunca parece salirme con naturalidad.

P. Los papeles de Kathleen Turner en la pantalla son sobre sexo y los suyos no lo son. Es su persona fuera del escenario la que lo hace sentir. Es jugar a ser una niña mala y desafiar con esta actitud.

R. Sí, es extraño haber llegado a eso. Yo soy muy seria cuando trabajo. No soy una actriz seria, pienso que ese término es estúpido. Quiero decir que uno no puede dejar de ser seria cuando hace lo que está haciendo. No quiero ser olvidada. He esperado demasiado para llegar hasta donde ahora estoy.

P. ¿Se siente nerviosa actuando cuando tiene que fingir ser una persona que no es?

R. En Hechizo de luna estaba un poco nerviosa porque pensé que esta mujer, esta contable, tenía que ser muy real porque si no sería como una broma. No había riesgo en Las brujas de Eastwick porque era un papel pequeño. Me encantó trabajar en Máscara; me sentía tan compenetrada con el papel que no me costó nada hacerlo. Además nadie quería el papel. Pienso que hice bien al mostrar a una mujer que pudo haber hecho un buen trabajo pero todo se volvió contra ella. Pero al final lo que Peter Bogdanovich decidió que era importante en la película a mí no me lo parecía tanto. Es el único problema que he tenido, es una excepción en mi carrera. Algunos piensan que voy por ahí causando problemas. Pienso que si hablas con Norman Jew¡son te dirá que soy fuerte, pero ¿qué sentido tiene contratar a una persona que es débil? Tuve una oferta para trabajar con Robert de Niro en una película porque no encontraban a nadie lo suficientemente fuerte para enfrentársele. Al final lo rechacé. No voy por ahí explicándole a la gente lo buena que soy, pero tampoco soy aquella que muchos piensan. Hago cosas frívolas, gasto demasido dinero en ropa, me preocupa mucho mi apariencia...

P. ¿Sabe por qué gasta tanto dinero en ropa?

R. Porque cuando era pequeña nunca tuve buena ropa y tenía que llevar una goma alrededor de mis zapatos para que no se desprendiera la suela. Y porque hasta que me hice actriz nunca me sentí como una artista ni pensé que yo valía la pena. No hubiese podido cambiarme por otra persona porque la única manera de llamar la atención que encontré es creando la persona que ahora soy.

Copy Right Los Angeles Times

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