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La novia de 'Bodas de sangre' falleció en Níjar

Francisca Cañadas, el personaje real de la tragedia de Lorca, temía 84 años

La verdadera novia de Bodas de sangre, Francisca Cañadas Morales, que contaba 84 años de edad, falleció en la madrugada de ayer en Níjar (Almería), población donde en 1928 ocurrió el crimen de Níjar, que inspiró a Federico García Lorca para escribir varios años después su obra. Según explicó ayer Joaquín Gutiérrez, sacerdote de Níjar, la causa del fallecimiento de Francisca Cañadas fue una arteriosclerosis cerebral, debida a lo avanzado de su edad.

El llamado crimen de Níjar ocurrió el 24 de julio de 1928. En la madrugada de ese día, horas antes de que se celebrara la boda, Francisca Cañadas Morales dejó plantado a su novio, Casimiro Pérez Morales, y huyó a lomos de una mula con su primo, Francisco Montes Cañadas. A unos ocho kilómetros, Montes cayó muerto a tiros, mientras que a Francisca intentaron estrangularla, pudiendo salvarse al simular que estaba muerta. Desde aquel día, la familia ha pensado que Francisca había cometido una ofensa irreparable a toda la población. La mentalidad de entonces ha alcanzado hasta el último día de su vida. Periodistas y escritores de todo el mundo han desfilado durante el último medio siglo en busca de algún testimonio de Francisca Cañadas, conocida por el sobrenombre de La Coja, con resultados infructuosos. Hablar con esta mujer suponía enfrentarse a hijos y nietos, quienes celosamente la han tenido apartada. Las evasivas más absurdas se han producido ante periodistas venidos, desde Estados Unidos o Canadá.El paso del tiempo había dejado el vigor de una mujer ilusionada por su boda en un cuerpo reducido y consumido por un silencio voluntario o, quien sabe, sí obligado por la tradición de un pueblo, Níjar, muy sensibilizado por el amor y la sangre. No obstante, el sacerdote afirmó que "Francisca ha sido una mujer piadosa y una catequista que celebraba oraciones diariamente".

El novio real

El entierro de la novia del crimen de Níjar, previsto para las 19.30 horas de ayer, sirvió para que en la población planeara de nuevo la figura del novio real, Casimiro Pérez, de 87 años, que reside en un barrio de Níjar. Desde el día de la boda Casimiro no ha dirigido palabra alguna a Francisca. En octubre de 1985, durante una conversación de este informador con Casimiro Pérez, éste rechazó ver una foto de Francisca. Pérez vive en la actualidad con Josefa Segura, con la que contrajo matrimonio tras el desengaño amoroso, en una casita baja, situada a escasos metros del mar, en la barriada pesquera y turística de San José. En el cementerio de Níjar, cualquier entierro tiene que encontrarse, a la fuerza, ante la tumba de otro testigo, muerto a cartuchazos durante el día de la boda. Se trata, sin duda, del joven Francisco Montes, que se fugó con su prima Francisca horas antes de que ésta contrajese matrimonio con Casimiro Pérez que desde ayer es el único protagonista real vivo de aquella tragedia, inmortalizada por Federico García Lorca en su obra Bodas de sangre.

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