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El Gobierno belga elabora un proyecto de ley para controlar el tráfico libre de armas

Andrés Ortega

Bélgica dejará de ser uno de los paraísos para la compra casi libre de armas por particulares, incluidos los extranjeros. El Gobierno belga presentó el viernes un proyecto de ley sobre medidas para reforzar la seguridad de los ciudadanos, destinado, entre otras cosas, a controlar y limitar el libre comercio de las armas y los permisos. El proyecto establece tres categorías de armas: prohibidas, sometidas a autorización y otras.

Se encuentran en el grupo de armas prohibidas todas las de fuego automáticas y las de hombro desmontables o replegables que pueden ser utilizadas incluso recortadas.En segundo lugar están las sometidas a autorización, entre las que se unifican las armas de guerra y de defensa (salvo las prohibidas) más los fusiles semiautomáticos o de repetición de cañón de alma lisa y longitud inferior a 60 centímetros. Dentro de esta categoría figuran también los aerosoles y armas de descarga eléctrica (hasta ahora prohibidas), las carabinas del 22 largo y las pistolas y revólveres de alarma, salvo las que decrete la comision de armas, que aún hay que instituir, y cuya labor no será fácil, al haber fuertes intereses comerciales en juego.

La tercera categoría es la de otras armas, que incluye las de caza o deportes que no se encuentren en las listas anteriores. Las principales piezas sueltas y municiones de las armas serán sometidas a esta misma clasificación.

Más importante aún parece el intento de instaurar el principio de la revocabilidad de los permisos de armas. Las autorizaciones concedidas a los particulares serán centralizadas. El proyecto de ley prevé además la creación progresiva de un registro central de las armas que haya en Bélgica. Actualmente nadie puede decir cuántos permisos de armas hay en Bélgica. El diario Le Soir estima que podría haber en este país de 10 millones de habitantes unos dos millones de armas de fuego en manos de particulares, incluidas las armas en venta libre.

Los armeros no están satisfechos con este proyecto. Hasta ahora podían comprarse armas en Bélgica con una simple declaración. Con el nuevo régimen será necesaria una autorización en regla, lo cual dificultará la compraventa casi libre de armas.

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