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Diplomático mexicano, asesinado en Moscú

Pilar Bonet

El diplomático mexicano Manuel Portilla Quevedo fue encontrado muerto la semana pasada en su domicilio moscovita con un impacto de bala en el cuello. La muerte violenta de Portilla, cuya cara había sido desfigurada a golpes, fue confirmada por medios diplomáticos en la capital soviética, aunque la Embajada de México en la Unión Soviética se negaba ayer a divulgar oficialmente la noticia.En el lugar del suceso, ocurrido presumiblemente el miércoles pasado, apareció también el cadáver de una empleada doméstica del diplomático, de nacionalidad mexicana, según afirmaron las fuentes. La empleada presentaba síntomas de haber sido golpeada, añadieron.

Portilla, que desempeñaba el cargo de consejero, llevaba aproximadamente cuatro años en su actual destino en Moscú, adonde había llegado en compañía de su esposa, de origen soviético, y los cuatro hijos de ambos.

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El fallecido, que tenía algo más de 40 años, vivía separado de su familia y tenía una vida privada que las fuentes calificaron de irregular. Portilla, quien había cursado anteriormente estudios universitarios en la universidad de Moscú, era licenciad en ciencias físico-químicas y tenía el título académico de doctor. El muerto hablaba bien el ruso y medios mexicanos le consideraban una pieza importante de la Embajada. A principios de la década de los ochenta, el diplomático había acudido a Moscú acompañando al entonces presidente José López Portillo como traductor oficial.

Manuel Portilla residía en uno de los complejos de viviendas que las autoridades soviéticas destinan al uso de la comunidad internacional (diplomáticos, representantes comerciales y periodistas), generalmente vigilados por un policía que controla los accesos y verifica las identidades de quienes los frecuentan.

Se desconoce si había vigilancia en el acceso del edificio donde vivía Portilla cuando ocurrió el trágico suceso, sobre el cual la representación mexicana en Moscú fue informada por las autoridades soviéticas. No se ha facilitado información sobre quién descubrió el cadáver ni las circunstancias en que se produjo la muerte. La desfiguración del rostro de un cadáver es descrita en la novela de ficción .Gorki Park, ambientada en la URSS, como característica de los asesinatos cometidos en el mundo del hampa soviética.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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