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La coexistencia pacífica y el socialismo, tesis clave del proyecto de programa del PCUS

Pilar Bonet

La coexistencia pacífica como única salida actual en las relaciones entre Estados con sistemas diferentes y la sustitución inevitable del capitalismo por el socialismo son dos de las tesis contenidas en el proyecto de programa del Partido Comunista de la URSS (PCUS), difundido anoche para su publicación hoy en la Prensa soviética.

El tono del documento, de 200 páginas, que deberá ser aprobado por el XXVII Congreso del PCUS en febrero próximo, es, en una primera lectura, menos triunfalista e intolerante, más modesto y pragmático que su anterior versión, aprobada en el XXII Congreso (1961), en época de Jruschóv.

Los objetivos ambiciosos y detallados de entonces no se han cumplido en su mayor parte. Entre sus previsiones estaban adelantar a EE UU en los sectores más importantes de la economía y una serie de mejoras sociales, como las viviendas gratuitas y la jornada laboral de seis horas, así como el advenimiento del comunismo para principios de ésta década. Estos pronunciamientos han sido eliminados del texto actual, que figura oficialmente como nueva redacción del anterior programa.

El fin del documento es "la mejora planificada y plurilateral del socialismo para el avance de la sociedad soviética hacía el comunismo mediante el desarrollo socioeconómico acelerado". El programa jruschoviano estaba destinado a la "construcción de la sociedad comunista". El comunismo -o sociedad sin clases con propiedad colectiva de los medios de producción- se convierte ahora en último fin y deja de ser la tarea "directa y práctica" establecida anteriormente.

Etapas consecutivas

Entre socialismo y comunismo -dos etapas consecutivas cualitativamente diferentes- no hay "una línea divisoria rígida", señala el proyecto de programa, y no es objetivo del PCUS el "prever en detalle los rasgos del comunismo".El capitalismo, definido como "el último sistema explotador en la historia de la humanidad", está "históricamente condenado, pero el camino del comunismo es accidentado, complejo y controvertido", según afirma el texto. El borrador deja de lado 10 párrafos que en el proyecto de 1961 ponían la experiencia de la URSS como modelo para la construcción del comunismo. Señala que la experiencia acumulada en las pasadas décadas "demuestra de forma patente la diversidad del mundo del socialismo".

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La Unión Soviética se encuentra actualmente, según las tesis oficiales, en la etapa del socialismo desarrollado.

En lugar de las abundantes críticas de antaño a los grupos y tendencias políticas de diverso signo, el programa trata de agrupar a corrientes ideológicas diversas bajo el común denominador de la lucha por la paz, y ello incluye "los movimientos democráticos de masas".

El programa critica veladamente a Stalin (culto a la personalidad), Jruschov (voluntarismo y subjetivismo) y Breznev, dejando a Lenin totalmente a salvo, como gran modelo de político y estadista.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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