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La recuperación del teatro

Crisis, ¿qué crisis?

En el teatro se han multiplicado la oferta, la demanda, los espectadores, las salas y también las colas y las protestas

Gabriela Cañas

Sólo en Madrid se han puesto en funcionamiento siete nuevos escenarios en los dos últimos años y los teatros nacionales han recauda do durante la pasada temporada 224 millones de pesetas, unas cuatro veces más que en la temporada 81-82. La curva también es ascendente en el teatro privado. Se han multiplicado la oferta, la de manda, el número de espectadores y los carteles de "no hay localidades". También se han multiplicado las colas y las protestas, pero todo hace sospechar que quizá la crisis del teatro duerme ya el sueño de los justos.

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'No hay localidades'

GABRIELA CAÑAS La revista teatral El público, que edita el Ministerio de Cultura, difunde en su último número una cartelera que recoge 671 colectivos y compañías de teatro y 1.052 títulos de espectáculos. "Yo creo que, al menos cuantitivamente, no se puede hablar ya de crisis de teatro", dice Moisés Pérez Coterillo, director de la revista.

Los datos elaborados por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) apuntan hacia una clara recuperación de público en los locales teatrales madrileños, que se podría fijar entre un 25% y un 30%. Según el control de taquilla que ejerce dicha sociedad, los teatros públicos son los que han experimentado el incremento de recaudación más espectacular. Mientras que en la temporada 81-82 los teatros públicos de Madrid recaudaron 56.265.808 pesetas, en la temporada pasada se hizo un total de 224.878.600 pesetas de recaudación. La revista y el espectáculo musical son el género de mayor expectación en los circuitos privados, por lo que ha conocido no sólo un aumento de recaudación considerable (de 522.205.637 millones a 900.427.000 pesetas), sino también la apertura de nuevas salas dedicadas al mismo.

Los teatro privados de comedia, drama y vodevil, según los datos de la SGAE y siempre circunscritos a Madrid, han pasado de una recaudación de 383.118.000 pesetas, a 418.262.368 pesetas. Las salas independientes son las menos afortunadas: de 20.192.770 pesetas de recaudación en la temporada 81 -82 han llegado a 26.030.400 pesetas, habiendo experimentado un tremendo bajonazo en la temporada intermedia.

Aunque Pérez Coterillo advierte que los datos son sólo aproximativos, ya que en España no hay realmente un control de taquilla riguroso, su revista concluye a la vista de estos datos que "arriesgándonos", "el conjunto de las salas teatrales madrileñas habría experimentado un crecimiento de espectadores a lo largo de las tres últimas temporadas cercano al 30%, de alrededor de 1.500.000 a 1.900.000", datos todos que sirven de muestra para un fenómeno que se está produciendo a parecido nivel en todo el Estado español.

"Yo creo que si esto es así es por la evolución del nivel cultural español", dice José Manuel Garrido, director general de Música y Teatro del Ministerio de Cultura, "y también porque el teatro está recuperando su propio discurso; ahora es un arte diferenciado. Luces de bohemia es un espectáculo que hay que ver allí, en el teatro, al que no puedes acudir desde el salón de tu casa". Ele ahí que, como señala el propio Garrido y confirman los datos, haya decaído la obra dramática, mientras suben los niveles de aceptación de los espectáculos músico-teatrales.

Según las cifras manejadas por el Centro Nacional de Documentación Teatral, durante el fin de semana correspondiente al 28 y 29 de enero de 1984 se recaudaron un total de 15.358.705 pesetas en los teatros de Madrid. El número de funciones de aquel fin de semana fue de 63 y el precio medio de las localidades, de 768 pesetas.

Durante el pasado fin de semana, días 26 y 27 de enero, la recaudación total de los teatros madrileños fue de 24.355.770. Hubo durante esos dos días 86 funciones, lo que denota el aumento de la oferta, mientras que el precio medio de la localidad fue un poco más bajo, de 761 pesetas.

Ofertas atractivas

Los casos más espectaculares de la presente temporada son, sin embargo, dos obras dramáticas, clásicas las dos, que han roto con todas las previsiones. El teatro Español decidió hace unos días prorrogar las funciones de La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, hasta mayo -estaba previsto que terminasen hoy-, dado el éxito de público obtenido. Según los datos que maneja el teatro municipal, entre el 16 de noviembre, día del estreno, y el 15 de enero, han pasado por el Español 43.350 espectadores repartidos entre las 51 funciones correspondientes a tales fechas, lo que quiere decir que el aforo está completo a diario En las oficinas del teatro no cesan las llamadas telefónicas pidiendo reservas de entradas y las taquilleras se arman de paciencia. "Nos dicen de todo; que nos quedamos con las entradas, que nos estamos haciendo de oro, que somos unas tales y unas cuales". El éxito no es agradable para el público que hace cola en la puerta desde las siete de la mañana, ni para los de la oficina, obligados a dar una y mil explicaciones de que, de verdad, no hay una sola butaca hasta... ni para las taquilleras. Pero, por otra parte, como dice una empleada del teatro, "¡es tan triste un teatro vacío!". En cuanto a las molestias que ha de sufrir el público, el departamento de promoción del teatro está estudiando una fórmula de reserva telefónica de entradas y venta anticipada que facilitaría la adquisición de localidades.

El Centro Dramático Nacional terminó drásticamente con las colas hace dos semanas al poner en taquilla todas las entradas de todas las funciones restantes de Luces de bohemia a la venta. El resultado es que, efectivamente, ya no hay colas; tampoco entradas. El 18 de enero se agotaron todas las que quedaban hasta el 10 de febrero. "Lo hicimos así porque pensamos", dice la jefa de prensa de CDN, "que era una faena que un señor se chupara cuatro horas de cola para llegar a la taquilla y que le dijeran que no quedaban para la función, que volviera mañana para comprar las del día siguiente". Los compromisos adquiridos no han hecho posible la prórroga de Luces de bohemia, pero sí su reposición el próximo mes (le mayo.

Según afirman en ambos teatros, el éxito de las dos obras no es fruto de una mayor campaña de promoción. "Lorca se vende como churros"... "Valle Inclán es suficiente para atraer al público, incluso cuando la crítica es adversa, como en este caso"... "La gente sabe lo que quiere y sabe cuándo se le está haciendo una oferta de calidad". Para Moisés Pérez Coterillo, a la "madurez de los espectadores" viene a unirse una "oferta más atractiva".

En la recuperación del teatro influye decisivamente, según José Manuel Garrido, el apoyo institucional. La Direción General de Música y Teatro que regenta Garrido dispone para este año de un presupuesto total de 5.000 millones de pesetas. "No es una gran cosa", dice. "Alemania dispuso de 88.000 millones en 1982 para el teatro, pero aquí ya no es la miseria de antes, porque hay que tener en cuenta que venimos de la nada". Un dinero que le ha permitido al Ministerio de Cultura, según Garrido, "subvencionar el 90% de las producciones teatrales del año pasado".

Teatro semipúblico

El modelo político por el que Garrido quiere apostar es el del teatro semipúblico, porque cree que "es una equivocación la confrontación de teatro público-teatro privado". Garrido pretende huir a partir de ahora de las producciones puntuales para apoyar más proyectos a largo plazo" y seguir y potenciar su política de teatros concertados, lo que significa apo-

La recuperación del teatro

yar la iniciativa privada. Como ejemplo, sirva el caso de los nuevos locales abiertos en Madrid en los dos últimos años: Lara, Espronceda, Fuencarral, Pavón, Maravillas, San Pol y El Mirador."Casi todos ellos », dice Garrido, "han tenido ayuda estatal".

Hace sólo una semana que se ha constituido en Madrid la Asociación Española de Productores de Espectáculos Teatrales, lo que quizá es otro dato de la fortaleza de la que disfruta hoy la escena española. La presidencia la ocupa Arturo Castilla, propietario del teatro Monumental madrileño, quien dice que la asociación ha nacido para defender la "supervivencia del teatro de iniciativa privada en todas sus diversas manifestaciones", pero desea trabajar también "en colaboración con la Dirección General de Música y Teatro". La recién nacida asociación cuenta con un grupo fundacional que representa hoy "con su actividad la cartelera madrileña, el 75% de la producción teatral y el 80% de la recaudación que se obtiene en todos los teatros de Madrid, a excepción de los llamados nacionales o subvencionados".

El funcionamiento habitual por el que la Dirección General de Música y Teatro se rige con los teatros concertados es el de exigir, a cambio de la subvención estatal, unas cuatro producciones a lo largo de dos temporadas y dar cabida a dos autores españoles y, al menos uno de ellos, vivo. La fórmula de la concertación, en contra de las críticas, es para Garrido precisamente la forma de impedir el dirigismo cultural.

Por la autonomía

En cuanto a los teatros nacionales, públicos, que conviven con el teatro privado o semiprivado, Garrido opina que el paso definitivo es el de dotarles de autonomía, siempre dentro de lo que manda la ley. Con esta fórmula se trata de que no sean funcionarios los que dirijan los teatros y que los profesionales que están a cargo de los mismos se responsabilicen totalmente de su gestión.

La necesidad de mantener los teatros públicos apenas se discute. Parece obvio que si el Estado no se hiciera cargo de las facturas nadie podría ver a un ballet nacional o asistir a la ópera. "Si no se subvencionara la ópera, la butaca costaría de 6.000 a 7.000 pesetas", dice José Manuel Garrido.

En cuanto a la crítica de que las temporadas, tanto de ballet como de ópera, son excesivamente cortas para la demanda existente, Garrido opina que "la política de la dirección general no debe ser la de hacer un teatro de repertorio. Además, los cantantes de ópera no aceptan compromisos para más de cuatro o cinco funciones seguidas. Es curioso que hace 10 años hubiera que regalar las entradas porque nadie iba a la ópera. No podemos, en todo caso, inventar el modelo que nos apetezca; es algo que ocurre en todos los países de Europa".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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