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Las ejecuciones sin proceso y las torturas centran la atención de Amnistía Internacional

Las ejecuciones sin proceso o tras juicios sumarios, las desapariciones de oponentes políticos por parte de fuerzas militares o policiales, al igual que la extensión de la práctica de la tortura en numerosos países del mundo, fueron algunas de las constantes observadas en numerosos países a lo largo del año de 1983, según subraya la organización humanitaria Amnistía Internacional en su informe correspondiente a 1983, que se presenta hoy en Madrid.

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La pena de muerte se aplica de manera generalizada en China

En Europa, destaca la existencia de 21.000 prisioneros político en Turquía, con una generalización sistemática de la tortura y numerosas penas de muerte También en Irlanda del Norte la tortura se considera muy extendida. Asimismo, se señalan casos de tortura en España (ver EL PAIS del pasado lunes, 22 de octubre). Se han producido ejecuciones de personas acusadas de delincuencia y corrupción en países como Albania, Yugoslavia Rumania, Polonia, y República Democrática Alemana, también en la URSS, donde destaca la existencia de al menos 400 presos de opinión, muchos de ellos internados en clínicas psiquiátricas.Guatemala y El Salvador alcanzaron las más altas cotas de vulneración de los derechos humanos en América. Millares de personas fueron secuestradas por grupos paramilitares y asesinadas durante el año de 1983, según señala el informe. Creció la tortura en Chile y las muertes extrajudiciales en Perú, en zonas campesinas.

En Estados Unidos se ejecutaron cinco penas capitales dictadas diez años atrás y al 30 de diciembre de 1983 había en las cárceles estadounidenses 1.289 sentenciados a muerte.

En Oriente Próximo, la aplicación de la pena de muerte en su mayoría contra oponentes políticos fue generalizada, 399 casos en Irán, lo mismo que las torturas y la ausencia de garantías procesales para los detenidos. La oposición iraní asegura que existen 40.000 presos políticos. En Irak 6 familiares directos de un dignatario religioso chiíta opuesto al régimen de Bagdad fueron ejecutados por su parentesco y 130 familiares suyos, niños también, fueron detenidos. Las autoridades militares israelíes detuvieron en Líbano a 12.000 personas, palestinas en su mayoría.

En Indonesia, China y Pakistán, miles de supuestos delincuentes han sido ejecutados sin proceso o con juicios irregulares desprovistos de garantías. En Indonesia el informe cifra en 4.000 el número de ejecuciones, 5.000 en China y más de 1.300 en Paquistán, muchas de ellas por razones políticas.

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En su informe, Amnistía Internacional sintetiza la situación de los presos de conciencia en el mundo, el grado de aplicación y vulneración de los derechos humanos y las actividades de esta organización humanitaria internacional en 117 Estados.

El texto, subraya Amnistía Internacional, tiene como fines prioritarios la liberación de los presos que han sido encarcelados por sus ideas o sus creencias religiosas, así como la lucha contra las ejecuciones por estos motivos y contra la práctica de la tortura.

En 1983, Amnistía Internacional distribuyó más de 42 millones de pesetas entre presos y familiares en concepto de ayuda para éstos y para la rehabilitación de torturados.

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