Las dramaturgias latinoamericanas se presentan en el festival de Caracas
Estreno de obras de Mario Vargas Llosa y José Donoso
Los favorables comentarios sobre el grupo Els Joglars y la controversia acerca de las diferentes interpretaciones posibles de su montaje Olympic man movement coinciden con la mitad del VI Festival Internacional de Teatro de Caracas, con un positivo balance en cuanto a la variedad de las propuestas escénicas que ascendieron los distintos escenarios de la ciudad, con una amplia representación latinoamericana. El diario El Universal realizó una sintética valoración de esta primera parte, donde afirmaba que "España ha recogido del público y de la crítica los mejores comentarios".
Once grupos latinoamericanos serán los que representen al teatro que actualmente se realiza en el continente. La sesión inaugural correspondió a la compañía argentina de Norma Aleandro, que puso en escena la obra de Vargas Llosa Kathie y el hipopótamo ante un público que acogió la pieza con cierta frialdad. La crítica, por su parte, se ha mostrado dividida entre los que creen que tan excelente escritor está comenzando a consolidar un teatro eminentemente latinoamericano y aquellos otros que consideran mucho más renovadora su trayectoria narrativa.El propio Vargas Llosa relata sus intenciones al concebir esta obra: "Esta es la historia que protagonizan la esposa del banquero y el escribidor de la buhardilla de Kathie y el hipopótamo. Cuando escribí la pieza, ni siquiera sabía qué tema profundo eran las relaciones entre la vida y la ficción, alquimia que me fascina porque lo entiendo menos cuanto más lo practico. Mi intención era escribir una farsa, llevada hasta las puertas de la irrealidad (pero no más allá, porque la total irrealidad es aburrida) a partir de una situación que me rondaba: una señora que alquila, un polígrafo para que la ayude a escribir un libro de aventuras".
La Candelaria de Bogotá escogió para su presentación en el festival un tema español. Diálogos del rebusque se inspira en escritos de Quevedo y muy particularmente en una recreación en la vida del Buscón, realizada por e director del grupo, Santiago García.
La representación venezolana hasta el momento, ha corrido a cargo de cuatro colectivos. Nue vo Grupo, con la obra de Isaac Chocron Simón, dirigida por José Ignacio Cabrujas, cuya ac ción mantenida por dos únicos personajes, Bolívar y el que será su maestro, Simón Rodríguez, transcurre en París entre 1804 y 1805. El Teatro de Cámara de la Universidad de Carabobo nos ofreció la obra del dramaturgo Roberto Santana La empresa perdona un momento de locura, vitriólica sátira contra la manipulación científica del trabajador.
Rajatabla y César Vallejo
Rajatabla, taller de teatro del Ateneo de Caracas, presentó, en un sugestivo espacio escénico en el que el público avanza y retrocede de la acción dramática por medio de un dispositivo móvil, La Charité de Vallejo, de Larry Herrera, bajo la dirección de Carlos Giménez, un texto que plantea una recreación poética de los últimos días de César Vallejo en el hospital de la Charité.Posiblemente, uno de los espectáculos más sugerentes, por la originalidad de su concepción, haya sido Traje de etiqueta, de César Chirinos, interpretado por la Sociedad Dramática de Aficionados de Maracaibo. Veinticinco actores y treinta músicos representan para los cuarenta únicos espectadores que tienen cabida de pie en una habitación de detonantes paredes en la que se ofrece una fiesta ingenuista cargada de críticas hacia las tradiciones locales.
El Taller de Teatro, de Colombia, junto al Bread and Puppet, de Estados Unidos, han animado las plazas de Caracas con sorprendentes montajes cargados de invitaciones a la participación del ciudadano.
Ictus, uno de los grupos de más larga trayectoria teatral en Chile, nos trajo Sueños de mala muerte, de José Donoso, y el propio colectivo. La obra constituye una pequeña epopeya de la frustración cotidiana transmitida al espectador a través de la óptica, tal vez única, con la que es posible plantear la resistencia teatral desde el epicentro de la dictadura.
Publicaciones españolas
Organizada por el Centro de Documentación Teatral, se abrió la exposición de libros y revistas sobre temas relacionados con las escenas publicadas en España desde 1980 hasta la fecha. En la muestra se encuentra representada la mayoría de los autores que fueron objeto de alguna edición durante este período. En el apartado de las publicaciones periódicas, el visitante puede conocer desde los Estudis escenics del Instituto del Teatro de Barcelona, a los Cuadernos de Escola Dramática Galega, pasando por Atzerti, del País Vasco, y Primer acto y Pipirijaina, de Madrid.Todos los libros y revistas pueden ser consultados en el salón de lectura instalado en uno de los edificios más frecuentados por los asistentes al festival. Allí se ofrece a los visitantes todo tipo de información referente al movimiento editorial español en materia de teatro.
Las dos colecciones de aproximadamente 250 volúmenes que componen la exposición serán entregadas al Ateneo de Caracas y al Centro Latinoamericano de Creación Teatral, con destino a sus respectivas bibliotecas en nombre de los autores y editores españoles.
La exhibición de carteles de teatro incluye ejemplares de montajes estrenados en el Estado español durante las dos pasadas temporadas. Paralelamente a nuestra muestra se realizan otras exposiciones internacionales, tales como la de Pinocho y su imagen, 20 años de Schubune y El cartel teatral polaco como arte y documentación.
Un capítulo importante de este IV Festival han sido los talleres de iniciación teatral, los cuales se iniciaron unas semanas antes de su inauguración y fueron dirigidos por profesionales latinoamericanos de primera línea, tales como Osvaldo Dragún o Nicolás Jair, entre otros.
Entre los próximos montajes figura el maratón de la Schubume con La Orestiada.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.