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Buena disposición de los cancilleres centroamericanos al reunirse en Panamá con sus colegas del 'grupo de Contadora'

Con declaraciones de buena voluntad, aunque en un ambiente de escepticismo, dio comienzo ayer en Panamá la conferencia de paz para Centroamérica, que reúne a los cinco cancilleres del istmo, asistidos en calidad de animadores del diálogo por sus colegas de México, Colombia, Venezuela y Panamá. Hasta el inicio mismo de la reunión en el edificio central del Banco Nacional de Panamá se mantuvo la incógnita en torno a la sede de la conferencia, "por razones de seguridad".

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El inmueble bancario, situado en la céntrica Vía de España, se había convertido ayer en una campana de cristal para asegurar la incomunicación entre los cancilleres y los periodistas, con el propósito de que éstos no interfirieran en sus tareas. El edificio permanecía fuertemente custodiado por la Guardia Nacional en el exterior y en cada una de sus quince plantas. En el último piso se habían reunido a las ocho de la mañana (tres de la tarde en Madrid) los cuatro cancilleres del grupo de Contadora para decidir el método de trabajo. Dos horas más tarde llegaban separadamente sus cinco colegas centroamericanos.La incomunicación entre los ministros y la Prensa ha sido hasta ahora tan completa que ni siquiera se conoce con exactitud el procedimiento de la conferencia. Algunas filtraciones producidas el día anterior aseguraban con bastante fiabilidad que en primer lugar iban a desfilar ante los promotores de la conferencia los cinco cancilleres centroamericanos, uno a uno, para dar la respuesta formal de sus respectivos Gobiernos a las propuestas de negociación que el grupo de Contadora les presentó hace una semana, en el transcurso de una gira relámpago por la región.

Voluntad de diálogo

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Tras esta primera fase de consultas, se procedería a una serie de encuentros bilaterales, siempre bajo la presencia moderadora del grupo de Contadora. Sólo al final, y si estas gestiones dan resultados positivos, se celebrará la conferencia multilateral propiamente dicha. Aunque la agenda de la reunión está abierta y sometida a los cambios que exija la propia marcha de las negociaciones, está previsto que esta primera cita en Panamá finalice hoy. De la voluntad de diálogo que demuestren los cinco Gobiernos del istmo dependerá la convocatoria de nuevos encuentros.

Los responsables diplomáticos de las cinco naciones directamente involucradas en el conflicto centroamericano han llegado a Panamá con palabras de paz. Si hubiera que hacer caso sólo de las declaraciones, el éxito de la conferencia estaría asegurado, porque no es posible que se imponga la guerra con gobernantes que dicen tener un ánimo negociador tan desprendido.

Pero una vez más los discursos políticos tienen poco que ver con las realidades. Menos de 24 horas antes de que comenzara la reunión de Panamá se registraba en el golfo de Fonseca un nuevo incidente marítimo entre lanchas patrulleras hondureñas y nicaragüenses. Según la cancillería de Tegucigalpa, un pesquero de matrícula hondureña que faenaba en aguas territoriales de esa nación fue perseguido y abordado por una patrullera sandinista. Al acudir en su auxilio dos lanchas de la Marina hondureña, se presentaron en la zona cuario patrulleras nicaragüenses más que abrieron fuego. La nota formal de protesta no especifica si hubo o no víctimas en el incidente.

Coladero de autisandinistas

La frontera terrestre entre ambos países se ha convertido, mientras tanto, en un coladero de grupos antisandinistas armados, que ya no tienen reparo en reconocer que son reabastecidos desde Honduras. El canciller hondureño, Edgardo Paz, dijo ayer antes de salir de Tegucigalpa que iba a la reunión "con una misión pacifista, para reiterar la buena voluntad del pueblo y el Gobierno de Honduras, que ve con mucha pena cómo se agravan los conflictos de la región". Una vez más negó cualquier intervención de su país en los asuntos internos de Nicaragua. Poco antes, el presidente, Roberto Suazo, había repetido una frase que se ha hecho ya habitual en su discurso: "Honduras jamás atacará a la República hermana de Nicaragua".

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