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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Aburridas actuaciones de las Mo-Dettes

Desde el pasado sábado y hasta hoy, martes, han venido actuando en el teatro Martín, de Madrid, el conjunto inglés las Mo-dettes, a quienes precedían los madrileños Alaska y los Pegamoides. Está bien el hecho de que un grupo de fuera pueda venir a tocar a un local pequeño y a precios asequibles durante varios días, ya que, aparte de permitir a la gente disponer mejor de su tiempo, muestra que por ahí no todo son superídolos, sino también gente que comienza a hacer su música con mejor o peor suerte.Comenzaron Alaska y los Pegamoides, grupo que arrastra en Madrid una cierta cantidad de fieles fans, que van a verles allí donde actúan. A punto de salir su primer single, esta gente va dejando cada vez más claro cuáles son sus fallos y sus virtudes. Las canciones son buenas, y no sólo eso, sino que mejoran.

Por otro lado, la parte instrumental funciona bien, que su batería le pega como un salvaje, el bajo lo va viendo más claro, la teclista se lanza a hacer figuras y, aunque la guitarra de Carlos Berlanga apenas se escucha y no puntea, la diferencia respecto de hace unos meses es enorme. Claro que siempre hay un fallo, y en esta ocasión importante: la cantante no canta. Alaska parece tener dificultades de afinación constante, unidas a una voz escasa, de tal manera que es un verdadero suplicio escucharla. Un grupo que se base sobre esa mujer tiene unas limitaciones demasiado fuertes, ya que el pop es canción, y la canción, voces que deben sonar bien.

En cuanto a las Mo-Dettes, lo único que se puede decir de ellas es que resultaban soportables únicamente por la bajista (muy buena) y por lo bien que estaba su cantante. Tienen un par de canciones majas, pero, en conjunto, son una plasta machacona.

El problema de las Mo-Dettes reside en que carecen de matices y en que todas sus canciones se parecen. Si a ello se añade que la guitarra es malísima y la batería vulgar, resulta que no hay por dónde agarrarlas. En todas partes hay falta de genialidad, y es bueno saber que también en Inglaterra hay grupos malos.

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