Emotiva bienvenida en Washington a los trece rehenes liberados
Los trece rehenes puestos en libertad por los ocupantes de la embajada norteamericana en Teherán llegaron ayer a Estados Unidos y fueron recibidos por el secretario de Estado, Cyrus Vance, quien aseguró que su Gobierno «no descansará» hasta ver fibres y en suelo norteamericano a los 49 rehenes restantes.Los rehenes liberados, ocho hombres negros y cinco mujeres blancas, recibieron una emotiva bienvenida de sus familiares, que se habían concentrado en la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington. El Gobierno invitó anoche a los rehenes y a sus familiares a una cena de acción de gracias, la tradicional celebración familiar norteamericana que tuvo lugar ayer.
Los rehenes no hicieron declaraciones para no comprometer la seguridad de los aún retenidos, y un portavoz de la Casa Blanca dijo que el presidente Carter no había ido a recibir a los liberados en la base de Andrews para subrayar así que su objetivo primordial es la puesta en libertad de los 49 restantes.
El largo puente iniciado el miércoles por la tarde sirvió aparentemente para suavizar la tensión creada por la crisis de Irán, y el retorno de los trece rehenes contribuyó a que se emitieran pronósticos más optimistas sobre el desarrollo de la crisis. Algún tipo de compromiso parecía posible de alcanzar en los próximos días, si bien el principal problema para Washington continúa siendo la falta de un interlocutor válido en Irán.
Por ello, las informaciones procedentes de Túnez que hacen referencia a una importante modificación de las peticiones de los activistas islámicos que ocupan la embajada se recibieron ayer con claro escepticismo. Un representante de la OLP habría dicho en Túnez que el Gobierno iraní está dispuesto a liberar a los rehenes si el sha abandona Estados Unidos y se refugia en un tercer país.
Sin embargo, horas después se recibían cables procedentes de Teherán en los que se recogían las peticiones de los ocupantes de la legación diplomática, sobre la extradición del antiguo monarca iraní, junto a nuevas amenazas sobre unjuicio por espionaje a los 49 rehenes norteamericanos aún retenidos. La experiencia de estos diecinueve días que dura la crisis aconseja a los gobernantes norteamericanos a esperar a ver cuál es la postura del ayatollah Jomeini.
En caso de que se confirmara el cambio en las exigencias iraníes, la liberación de los rehenes podría producirse en breve, ya que parece próxima la salida del sha de Estados Unidos. La ex emperatriz Farali Diba declaró, el miércoles por la noche, a la cadena de televisión ABC «que ella y su esposo regresarán a México en una semana o diez días, una vez finalizado el tratamiento».
No se prorrogará el visado al sha
La postura oficial norteamericana continúa siendo la de no conceder la extradición del sha ni pedirle que salga de Estados Unidos hasta que no haya terminado su tratamiento médico, aunque está bien claro que una vez finalizado el mismo no se concederá al ex soberano iraní una prórroga del visado.
Mientras una fuerza naval se acerca al mar Arábigo y helicópteros de combate son trasladados, a bordo de aviones de carga, desde la costa atlántica de Estados Unidos a las cercanías del golfo Pérsico, no se han ordenado nuevas acciones o preparativos.
