Masha Dicker y Liszt
Pianista.: M. Dichter.Programa: Variaciones, Beethoven;: Fantasía, Schubert, y Sonata, Liszt.
Con relativa frecuencia escuchamos a pianistas cuya técnica alcanza niveles de perfección, cuando no de apabullante virtuosismo. En pocas ocasiones nos es dado, en cambio, asistir a un recital en el que una técnica perfeccionista y hasta preciosista quede puesta al servicio de una musicalidad honda y auténtica. Misha Dichter tocó para Ibermúsica y obtuvo un triunfo clamoroso desde la más rigurosa exigencia musical. Si la técnica es prodigiosa y no se refiere tan sólo a lo mecánico, sino que incluye desde la «fabricación» de un son¡do su¡ generis, de extraña belleza, hasta unas infinitas posibilidades de coloración, pasando por un «legato» que parece propio de un instrumento de arco, el pensamiento musical -ideal sonoro más seguridad conceptual- alcanza, en Dihiter máxima expresión de nobleza. Así, la espléndida Sonata de Franz Liszt nos llegó tan perfectamente construida como ricamente explicada en todo su contenido poemático. Detrás está todo el romanticismo inicial y, a la vista, como futuro presentido, Wagner y sus seguidores. Intimidad y gran voz, retórica justa y lirismo comedido se sucedieron, de manera que la atención del público quedó captada desde los primeros compases y obligada, después, a seguir el proceso que el pianista «imponía».
