Sensaciones y pensamientos de los artistas andaluces de ahora

La artista sevillana Julia Llerena, nacida en 1985, apenas puede ver unos centímetros de cielo desde la habitación de su piso compartido en Madrid. Su mirada alcanza a observar algunas mínimas estrellas en la noche, como las que vería Van Gogh desde su celda para después pintar su mítica Noche Estrellada en 1889. Como artista andaluza vive el exilio económico del siglo XXI en España y conoce la situación de la vivienda, dos de las inquietudes más representativas en la muestra ¿Qué sienten, qué piensan los artistas andaluces de ahora?, que cierra el ciclo expositivo del 25 aniversario del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en Sevilla.

10 artistas nacidos entre 1990 y 1980 han creado nueve obras ex profeso para esta muestra que lleva por título parte del poema Balada para los poetas andaluces de hoy que Rafael Alberti escribiría en 1953, durante la posguerra, y que el grupo Aguaviva interpretaría en 1969 durante el periodo de la transición española. "Sabemos que el título puede sonar viejuno, pero es una forma de repensar estos periodos en la época actual, en un presente lleno de dificultades no solo económicas, sino sociales y políticas", plantea el director del centro, Juan Antonio Álvarez Reyes.

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La obra de Llerena, 18.06.1889. Noche estrellada está instalada en una sala oscura. A un lado, se proyecta cómo lucía el cielo exactamente en el momento y el lugar en el que Van Gogh se inspiró para su obra, en una imagen conseguida a través de un programa informático en que se pueden retrotraer los cielos de hace 200 años con coordenadas espacio-temporales. Al otro lado se proyecta el cielo actual. "Él estaba recluído, lo pintó de memoria y acertó, pero es que ahora tampoco se puede observar el cielo primitivo y natural por la contaminación lumínica", reclama Llerena.

En esta muestra, realizada entre cuatro comisarios que han seleccionado a los 10 artistas después de realizar un intenso mapeo por el panorama emergente andaluz, se puede ver también la propuesta de Javier Artero titulada con la frase palíndroma Never odd or even. Una maniobra de posicionamiento, en la que invita a pasear por tres pantallas con imágenes manipuladas digitalmente; Fuentesal&Arenillas, una pareja exiliada en Londres, ha tomado el territorio del CAAC con paneles de madera; José Iglesias García Arenal, sitúa un router con wifi en una de las salas que irán creando mensajes con las claves de acceso, además de una revista.

José Jurado abre la exposición con una obra en constante creación en la que invita a responder a la pregunta que titula la muestra; Gloria Martín ha pintado los inaccesibles almacenes del CAAC; Cristina Mejías ha filmado la doma de un caballo proyectada en tres paredes, desde la que el espectador puede sentir desde el centro de la sala la creación de un lenguaje a través de la cuerda que sostiene al caballo como la domesticación de lo salvaje; Leonor Serrano plantea estructuras teatrales adaptadas al inmueble con tres guiones relacionados con el espacio; y Daniel Silvo ha optado por crear un taller e invitar a nueve artistas jóvenes a establecerse dentro del CAAC durante cuatro meses para que lo usen como estudio, un espacio al que, de otra manera, no tendrían acceso.

Hasta el próximo 19 de marzo, los visitantes podrán observar cómo se crean las obras y cómo trabajan los artistas en primera persona. "Muchos de los artistas seleccionados para la muestra viven fuera de España y esto es significativo. Es interesante también cómo parte de ellos han elaborado las obras de forma participativa, esto es un aspecto representativo y positivo de este momento", considera Luisa Espino, una de las comisarias.