Las decepciones de 2013
Seguimos repasando el año seriéfilo. Toca el turno del lado negativo. Un puñado de ficcione se han ganado la etiqueta de "decepcionante". Son series de las que esperábamos más por un motivo u otro, con comienzos prometedores, con grandes campañas promocionales, y que se desinflaron rápidamente o no llegaron a cumplir con las expectativas. No son necesariamente las peores series del año, solo esperábamos más de ellas. Y, como ya dijimos en el caso de las mejores de 2013, se trata de una lista subjetiva con la que se puede (y se debe) estar en desacuerdo. Este post puede contener spoilers de las series comentadas.
- Dexter
Desde el final de la cuarta temporada Dexter no había vuelto a ser la misma serie de antes. La sexta entrega fue un desastre absoluto. En la séptima introdujeron algunos elementos que nos hacía tener ciertas esperanzas en que el final pudiera estar al nivel que se merecía. Pero no fue así. Tras ser estirada hasta la saciedad, la octava y última temporada llegó en el verano pasado mientras el mundo seriéfilo comentaba incansablemente el final de Breaking Bad, una coincidencia temporal que no hizo ningún bien a la serie protagonizada por Michael C. Hall. A los capítulos finales de Dexter les faltó valentía, emoción y la tensión que debe tener la despedida de una serie así. El Dexter de los primeros años no merecía este final.
- Homeland
Ya lo hemos comentado con anterioridad en el blog. No solo se trata de que la tercera temporada haya dado un bajón más que considerable de calidad; encima resulta que todavía tenemos Homeland para rato. A la decepción que ha supuesto que una de las series que esperábamos con más ganas haya tenido una temporada que no ha estado a la altura de las anteriores se suma la decepción de que todavía quieran estirar más la historia. Poco más que comentar. Nuestros argumentos para incluir Homeland en esta lista ya los dimos la semana pasada.
- The Following
Cuando a finales de 2012 veíamos las series que vendrían en el nuevo año, una de las que mejor pintaba era The Following. Kevin Bacon y James Purefoy encabezan el reparto de un thriller en el que un agente del FBI retirado volvía a la acción cuando el asesino en serie al que dio caza en el pasado y con el que estaba obsesionado empieza a matar de nuevo ayudado por un grupo de seguidores. La idea tenía buena pinta. La campaña promocional nos puso la miel en los labios. Y el capítulo piloto era más que resultón: nos gustó. Pero pocos episodios después, la serie se desinfló y no hubo forma de recuperarla: un auténtico bluf. Los policías más patosos y tontos y los asesinos más torpes para una historia cansina y aburrida que se movía en círculos sin avanzar hacia ninguna parte.
- Agents of S.H.I.E.L.D.
Rodeada de una expectación enorme y con una gran campaña promocional, llegó en otoño la serie centrada en la agencia de espías S.H.I.E.L.D., la organización que aparece en las historias de los cómics de Marvel. Joss Whedon (Los Vengadores) estaba detrás de esta adaptación a la pequeña pantalla, con Clark Gregg como el agente Phil Coulson. Quizá se trató de un problema de expectativas, pero la ficción no estuvo a la altura de lo esperado por los fans de los cómics ni por los espectadores en general. La prueba es que el segundo capítulo perdió un tercio del público que vio el primer episodio. Después los datos de audiencia de la serie se han estabilizado, pero muchos ya no han vuelto a una historia sin atractivo suficiente y con demasiados actores sin gancho.
- Under the dome
El verano trajo otro estreno muy esperado, la adaptación televisiva de la novela de Stephen King La cúpula (Under the dome). Aunque los avances animaban a esperar cosas positivas de la serie y el primer capítulo era correcto, los siguientes fueron flojeando y mostraron las debilidades de la serie (no así en audiencia: ha sido todo un éxito de público para la cadena CBS en Estados Unidos). Producida por Steven Spielberg y con Dean Norris como protagonista, esperábamos bastante más de una serie que en princpio estaba pensada para ser una miniserie de 13 capítulos pero que, dado el éxito de audiencia, tendrá otra temporada que irá más allá de la novela de King.
- Utopía
¿Dónde está Jessica Hyde? Con esta pregunta como leit motiv se presentaba la serie británica Utopía en un primer capítulo que atraía por sus elementos formales: fotografía, colores saturados (con ese amarillo, verde y azul tan característicos), banda sonora... Además, la historia prometía: altas dosis de violencia, varios personajes misteriosos y una trama entre la conspiración y la paranoia en la que todavía no encajábamos los diferentes elementos pero que apuntaba maneras. Pero lo que nos enganchó al principio no fue suficiente para conseguir atraparnos hasta el final. Su público se divide entre los fans entregados y enamorados de la historia y la estética y los que no tuvieron suficiente con el atractivo envoltorio. Para nosotros, prometía mucho más de lo que finalmente dio.
- Las novedades de comedia
Cada año, al comenzar la temporada otoñal las cadenas en abierto estadounidenses presentan un buen ramillete de nuevas series, muchas de las cuales no aguantan la temporada entera en antena (e incluso algunas son retiradas de la parrilla al segundo o tercer capítulo). El drama es mayor aún en la comedia, donde este año hemos encontrado propuestas terribles como Welcome to the family (cancelada), otras que abandonamos al tercer capítulo (Super fun me) y otras con un reparto con grandes nombres pero que decepcionó desde su primer episodio (The Millers). Pero el problema con las comedias no solo lo han tenido las networks. HBO tampoco ha dado con la clave en este género. Dos ejemplos: Family tree, que se emitió en el verano, y Hello Ladies, con algunos firmes defensores pero también duros detractores. Incluso Michael J. Fox, en el que teníamos puestas muchas esperanzas con su regreso a un papel protagonista en televisión, no ha terminado de despegar con una serie blandita y con un humor demasiado blanco a la que le está costando demasiado tiempo tomar forma.
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