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DESAPARECE UN MAESTRO DE LA LITERATURA

Los restos mortales del maestro del relato breve Augusto Monterroso serán incinerados hoy

El mundo de la cultura da una multitudinaria y calurosa despedida al escritor guatemalteco en su capilla ardiente

Los restos del escritor guatemalteco radicado en México Augusto Monterroso, autor del cuento más corto en la historia de la literatura (El dinosaurio) y premio Príncipe de Asturias, serán incinerados hoy en un panteón de Ciudad de México tras una multitudinaria despedida. Posteriormente sus cenizas serán trasladadas a su casa del barrio de Chimalistac, en el sur de la capital, según ha informado su familia.

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Muere Monterroso, genio de lo breve

Augusto Monterroso, don Tito, como le llamaban sus amigos por respeto y cariño, murió el viernes por la noche a los 81 años a causa de una deficiencia cardíaca. Aunque había nacido en Tegucigalpa (Honduras) en 1921, creció en Guatemala y, desde 1944, vívía en México, país al que llegó como exiliado político. Durante el gobierno del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz (1951-1954) fue vicecónsul en esta nación y, tras su derrocamiento, se estableció durante un tiempo en Chile, donde fue secretario del premio Nobel Pablo Neruda.

El escritor había sido hospitalizado el pasado fin de semana debido a un problema en sus niveles de glucosa. Sin embargo, el martes, su familia informó que estaba fuera de peligro, por lo que su muerte, sólo tres días después, "fue una sorpresa desagradable", señalaron sus familiares.

Un dinodaurio de tela

La funeraria donde fueron velados ayer sus restos estaba llena de flores con mensajes alusivos a su persona. Incluso sus amigos colocaron un pequeño dinosaurio de tela sobre el féretro en homenaje al cuento homónimo de sólo siete palabras que le hizo conocido: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí", y que dio lugar a varias investigaciones y tesis universitarias.

También desfilaron ante su féretro multitud de escritores mexicanos, así como el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez y su compatriota Alvaro Mutis. "Fue un gran hombre y un gran escritor. Todo lo que diga, está de más", afirmó García Márquez. Mutis destacó la "gran amistad" y mutua pasión por El Quijote que les unió y señaló que su escritura "fue original y de un estilo inconfundible".

Durante todo el día acudieron a expresar sus condolencias a la viuda, la también autora mexicana Bárbara Jacobs, escritores como Elena Poniatowska, Guadalupe Loaeza, Alí Chumacero, David Huerta, Federico Campbell, Aline Petterson, Otto Raúl González y el cubano Eliseo Alberto. La directora editorial de Alfaguara en México, Marisol Schulz, quien también dio su último adiós al escritor, aprovechó para anunciar a la prensa la publicación póstuma, en junio próximo, del libro Monterroso y su mundo. Éste será una especie de homenaje al escritor, con fotos incluidas, que reunirá las vivencias y anécdotas del literato durante su vida, en coautoría con su esposa.

García Márquez consuela a la viuda, Bárbara Jacobs, antes de que los restos mortales del maestro sean incinerados.
García Márquez consuela a la viuda, Bárbara Jacobs, antes de que los restos mortales del maestro sean incinerados.EPA
Imagen de la capilla ardiente del escritor, instalada en una funeraria de Ciudad de México, donde vivía.
Imagen de la capilla ardiente del escritor, instalada en una funeraria de Ciudad de México, donde vivía.EPA
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