"Un mensaje para el futuro lo dejaría en papel"
Umberto Eco defiende la pervivencia del libro frente al soporte digital
Umberto Eco acaba de publicar en Italia No esperéis libraros de los libros y ayer, en Madrid, explicó el porqué de tan significativo título. La defensa frente a los soportes digitales del reputado semiólogo y popular novelista no atiende a razones nostálgicas, sino a variados argumentos que desgrana en una obra que surgió de un debate con el cineasta francés Jean-Claude Carriere. "Desde luego", comentó Eco, "si tuviera que dejar un mensaje de futuro para la humanidad, lo haría en un libro en papel y no en un disquete electrónico. He visitado la Biblioteca Nacional y he visto libros que tienen 500 años de antigüedad. Si además considero los manuscritos, he contemplado ejemplares escritos hace 1.000 años. Ahora bien, no sabemos cuánto puede durar un disquete de ordenador. Los llamados discos flexibles han muerto antes de agotar su capacidad de almacenamiento de datos. Ésa es la razón de que hayamos escrito 350 páginas para argumentar la larga vida que aguarda al libro en papel".
A juicio de Umberto Eco (Alessandria, Piamonte, 1932), que ayer recibió la medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, "los nuevos medios de expresión que han surgido a lo largo de la historia, no han matado ni eliminado a los anteriores". Así pues, ni el cine terminó con el teatro ni la televisión obligó a desaparecer a la radio. "Es cierto", señaló el autor de El nombre de la rosa y de otro medio centenar de títulos, "que desconocemos todavía la dimensión del fenómeno de Internet. Ahora bien, en un libro o en una obra de teatro sabemos quién es el autor o la tendencia ideológica, mientras que Internet se presta a una especie de mermelada comunicativa en la que todos hablan igual". No se mostró tan confiado el filósofo italiano, catedrático de Semiótica durante décadas en Bolonia, sobre el futuro de los periódicos en papel.
"El libro electrónico", afirmó, "no sustituirá a los libros en papel, pero es probable que los soportes digitales releven a los diarios. Está claro que los periódicos ya sufrieron una crisis con la irrupción masiva de las televisiones. A partir de ese momento los informativos de televisión ofrecen las noticias en forma de telegrama, mientras el diario del día siguiente proporciona los temas con la extensión de una carta. Una de las alternativas que se abren para los diarios pasa por profundizar en las noticias. Hegel dijo que la lectura de los diarios por la mañana era el rezo matutino del hombre moderno, pero no sé si mi nieto querrá rezar de esa manera".
Apoyado en un bastón y sin su característica barba, Eco no ha perdido, a pesar de sus 77 años, ni un ápice de vigor intelectual ni de ironía. Contento por recibir un premio en España, el escritor no ahorró críticas para sus compatriotas ni para el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Vino a decir que los italianos tienen los políticos que se merecen cuando repasó la historia reciente de un país que apoyó al fascismo durante dos décadas, mantuvo a gobiernos de la Democracia Cristiana durante medio siglo y que ha encumbrado como primer ministro a "un cuentachistes que se muestra como un caudillo". "Ahora sólo hace falta que Berlusconi haga morir a un millón de italianos [en alusión al fascismo], pero yo estoy viejo para ver eso. Si eso sucediera, me exiliaría en España". Al contestar a una pregunta sobre el libro que le regalaría a Berlusconi, el filósofo declaró: "No le regalaría ninguno porque él mismo ha dicho que hace 20 años que no lee, aunque a la vista de las últimas noticias, le regalaría Lolita, de Nabokov".
No esquivó ninguna cuestión espinosa sobre política y, fiel a su fama de intelectual polémico y con una voz rotundamente propia, llegó a definir el terrorismo como "la explosión de violencia con fines políticos cuando no hay guerras". "Entre 1939 y 1945 no hubo terrorismo, pero murieron 55 millones de personas en una guerra", apostilló."Los nuevos medios de expresión no eliminan nunca a los anteriores" "A los italianos les gusta un caudillo cuentachistes como primer ministro"
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