Comedia prepotente

El éxito comercial de Superdetective en Hollywood (I y II) le ha posibilitado a Martin Brest asumir la dirección y producción de Huida a la medianoche, una comedia de acción policiaca con tono de western urbano, donde coinciden los cazarrecompensas, la Mafia y el FBI.La acción y las persecuciones -que no escatiman medios-, el guión y los actores son los vértices que contienen la narración, cuyo humor, entre el brochazo y la pincelada, comparte la parodia intimista y espectacular, sin renunciar al final feliz.

El itinerario del cazarrecompensas y su rehén desde Nueva York a Los Ángeles (el mismo que siguieron en sus carreras el director y el guionista George Gallo) dará lugar al acercamiento amistoso de ambos, motivo para el duelo interpretativo de Robert de Niro y Charles Grodin, del que sale vencedor este último, ya que De Niro evidencia demasiado la composición del gesto en la creación de su personaje. A su lado, la presencia de excelentes secundarios bien definidos, aunque con cierto esquematismo, contribuyen a la credibilidad de la aventura expuesta. El guión, bien urdido y muy trabajado, aunque estira la peripecia y reitera situaciones entre los diversos coprotagonistas, a modo de paréntesis ilustradores, consigue mantener la intriga y dosificar la comicidad con cierto alarde, más por el trabajo y el ingenio que por el talento.

Brillante montaje

Aparte del buen guión y el excelente trabajo de los actores, también merece destacarse el brillante ejercicio de montaje realizado en una de sus secuencias finales: el intercambio del rehén en el aeropuerto de Las Vegas.Huida a medianoche demuestra conocimiento del oficio por parte de todos los que han participado en ella, e incluso denotan algún rasgo brillante, pero no logra crear la magia suficiente para que sus imágenes perduren. con insistencia tras su visión, ni que su atmósfera acompañe más allá del cine donde se proyecta. Su categoría se queda en el digno producto comercial, y ofrece entretenimiento en su visión, lo que puede ser mucho en comparación al último cine americano que se estrena, pero poco para los grandes medios que ha utilizado.