El laboratorio de criogenia donde 199 personas esperan para ser revividas
Conservar un cuerpo mediante nitrógeno líquido puede costar hasta 200.000 dólares
En tanques llenos de nitrógeno líquido dentro de un laboratorio en Scottsdale, Arizona, los cuerpos y cabezas de al menos 199 personas y 100 mascotas que fueron preservados en suspensión criogénica esperan ser revividos en un futuro. La Fundación Alcor Life Extension tiene cerca de 1.000 pacientes inscritos en lista de espera para ser preservados mediante este proceso, con la esperanza de que enfermedades como el cáncer tengan cura y puedan ofrecerles una nueva vida.
El procedimiento no está exento de controversia. Para expertos como Arthur L. Caplan, profesor de Bioética en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, el concepto de congelación criogénica es fantasioso y no viable. Alcor no ofrece garantías sobre si sus clientes podrán ser reanimados en el futuro y sus procedimientos son costosos: 200.000 dólares por preservar el cuerpo de una persona y 80.000 por guardar su cerebro únicamente, aunque la empresa advierte que se debe calcular una suma mayor por la inflación en los años que la persona pase ‘suspendido’. Para la mayoría de sus clientes, esto se soluciona sacando un seguro de vida, donde la compañía es el beneficiario.
Algunos de los famosos que son parte de los ‘pacientes’ conservados en este laboratorio son Hal Finney, el receptor de la primera transacción de Bitcoin, o Ted Williams, el legendario beisbolista que murió en 2002. Otro de los cuerpos en el laboratorio pertenece a Matheryn Naovaratpong, la persona más joven en ser sometida a preservación criogénica, con menos de tres años.
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