Selena Quintanilla recibe la Medalla Nacional de las Artes de Estados Unidos tres décadas después de su muerte
Con esta distinción, ‘la reina del Tex-Mex’ se une a un selecto grupo de leyendas como Rita Moreno, Celia Cruz, Aretha Franklin y Tina Turner
Selena Quintanilla, la icónica cantante mexicoamericana denominada “reina del Tex-Mex”, fue galardonada póstumamente con la Medalla Nacional de las Artes, uno de los más altos honores que otorga Estados Unidos a las personas que han contribuido significativamente al arte y la cultura del país. Este reconocimiento resalta su impacto en la formación de la identidad latina moderna, el feminismo, la música y la cultura.
“Amigos, dediquemos un momento a reconocer a los homenajeados que ya no están con nosotros. [El chef] Anthony Bourdain, Selena, [la escultora] Ruth Asawa eran más grandes que la vida. Recordamos cada canción, cada escultura, cada comida y cada momento que compartieron con nosotros. Los echamos mucho de menos”, afirmó el presidente Joe Biden durante la ceremonia que tuvo lugar este lunes.
En el mismo evento, celebrado en la Casa Blanca, personalidades como las actrices Eva Longoria y Queen Latifah y el director Steven Spielberg también fueron honrados por el presidente Biden y la primera dama, Jill Biden. La medalla en nombre de Selena fue recogida por su hermana, Suzette Quintanilla, quien compartió palabras emotivas sobre el legado de la estrella texana y su incansable esfuerzo por abrir caminos para las mujeres latinas en la música.
"They were larger than life. Remember every song, every sculpture, every meal, every moment they shared with us."
— ABC News (@ABC) October 21, 2024
Pres. Biden acknowledged posthumous National Medal of Arts and Humanities recipients Anthony Bourdain, Selena and Ruth Asawa during a White House ceremony. pic.twitter.com/o0wnxXBfhf
Este homenaje simbólico trasciende un simple galardón. Esta mujer de cabello negro, labios rojos, aretes de aro, pantalones ajustados y piel morena representó y sigue representando para muchos la fuerza y la resiliencia de la comunidad latina en Estados Unidos. Antes de Selena (a la que se conoce, simplemente, por su nombre de pila), no existía un referente para esta minoría. Miles de niñas, jóvenes y mujeres inmigrantes han podido verse reflejadas en ella. La llamada Madona mexicana era como ellas: una mujer con raíces de clase trabajadora que se enorgullecía de sus orígenes, que no tenía miedo de cometer errores, que hablaba español sin vergüenza y que con su talento se abrió hueco en la industria de la música latina.
Selena demostró que el sueño americano también podía hablar español. Desde pequeña, comenzó a cantar en el restaurante de su familia y, aunque aspiraba a ser la próxima Donna Summer, decidió abrazar su herencia bicultural. Lo que sucedió después es historia. A principios de los años noventa, ya era la mayor estrella latina de Estados Unidos. Fue la primera mujer hispana en firmar un contrato con la multinacional Coca-Cola, ganó decenas de premios y se convirtió en la cantante latina más vendida de la década, con 65 millones de discos.
La Medalla Nacional de las Artes otorgada a Quintanilla no solo reconoce su destacada carrera, sino también su capacidad para romper barreras culturales y conectar con millones de latinos en Estados Unidos. Su inclusión en este selecto grupo la coloca al lado de figuras como Rita Moreno, Celia Cruz, Maya Angelou, Aretha Franklin, Dolly Parton, Tina Turner y tantas otras mujeres han cambiado el mundo con su arte y talento.
El legado de Selena
La influencia de la “Reina de la cumbia” trasciende su música y su imagen. Como pionera, abrió el camino para artistas latinos en una industria musical dominada principalmente por angloparlantes. Su éxito y popularidad demostraron que la música en español podía conquistar el mercado estadounidense, estableciendo un precedente para futuras estrellas latinas como Jennifer Lopez, Shakira, Karol G., Nati Natasha, Danna, Greeicy, Gloria Trevi y Ángela Aguilar.
Selena se ha convertido en un ícono atemporal. Han pasado casi tres décadas desde aquella trágica escena en el interior de un hotel en Corpus Christi, Texas, donde Yolanda Saldívar le disparó por la espalda el 31 de marzo de 1995 a los 23 años. Pero su legado se ha mantenido vivo a lo largo de las décadas y sigue brillando en películas, series de televisión, listas de éxitos de las plataformas digitales de música, redes sociales, murales callejeros, museos, esculturas, muñecas, colecciones de ropa y líneas de maquillaje como ejemplo de ícono latino de la cultura pop.
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