‘Noche y día’, la excelencia de una serie de TV3

Ya se ha escrito, y bien, sobre Noche y día (Nit i dia, originalmente es una producción de TV3 de 2016) pero el que suscribe no puede evitar el insistir en que se trata de una de las mejores producciones audiovisuales españolas, si es que lo de “españolas” no supone una ofensa para los muy sensibles catalanes independentistas. Los 13 capítulos de su segunda temporada ratifican lo dicho: una serie excelente creada por Lluís Arcarazo y Jordi Galceran, dirigida alternativamente por Manuel Huerga y Oriol Paulo y con unas excelentes interpretaciones de sus protagonistas, la médico forense Sara Grau (Clara Segura) y un perverso y culto Benet Muntada (Josep Maria Pou), con una especial mención a Ramón Fontseré en el papel de Marti Miró y en el que quien fuera un miembro esencial de Els Joglars muestra una vez más su calidad interpretativa al representar a un discreto y educado político corrupto.

Dicho de otra manera: la serie, en Prime Video, se adentra en el realismo más prosaico pues si en algo destaca la clase política española es en su capacidad para corromper buena parte de lo que toca, desde el vaciado de la caja de pensiones del Gobierno de Rajoy en 2017, es decir, al año siguiente de la producción de la serie, hasta la trama Gürtel, los ERE o el novio de la aguerrida presidenta autonómica, por citar tan solo algunos casos.

Añádanle que la trama se desarrolla en una Barcelona cotidiana y alejada de la propaganda turística a la que tan aficionados son los japoneses y que tanto irrita a los jóvenes rebeldes y el resultado es impecable. “No estaría aquí si no hubiera visto la primera temporada. Es sin duda uno de los mejores guiones y más valientes que se están haciendo”, declaró acertadamente en su día Pou, con ese punto de egolatría que al parecer resulta consustancial a la condición de actor.

Y si Noche y día es una gran serie, la rumana Venganza oculta (Netflix) se mueve en un terreno más pedestre, o para ser más precisos, en el de una joven madre y experta en informática que ve como su vida se derrumba ante el asesinato de su prometido por la mafia de Bucarest, unos criminales comandados por un personaje cuyo gusto para decorar su mansión convierte al fallecido Jesús Gil y Gil en un miembro más del círculo de Bloomsbury.