‘Outlander’ vuelve a Escocia antes de su despedida: “Va a ser duro decir adiós”
La serie protagonizada por Caitriona Balfe y Sam Heughan emite nuevos episodios en Movistar Plus+ y ya tiene rodada su temporada final
Sam Heughan (New Galloway, Reino Unido, 44 años) y Caitriona Balfe (Dublín, Irlanda, 45 años) llevan más de una década siendo marido y mujer en la ficción. Él, un guerrero escocés del siglo XVIII. Ella, una enfermera y cirujana inglesa del siglo XX. Ambos actores ya han rodado el final de Outlander y se han despedido de sus personajes, Jamie y Claire Fraser. Cuando hablaron con EL PAÍS, a mediados de octubre, aún tenían pendiente volver a grabar algunas escenas sueltas y no habían pasado el duelo de separarse definitivamente de Jamie y Claire. “Pero solo saber que ya hemos terminado el rodaje oficial ha sido muy emotivo. Va a ser duro decir adiós a estos personajes y saber que no nos vamos a seguir viendo con la frecuencia que lo hacíamos”, dice Balfe por videollamada. A su lado, Sam Heughan asiente. “Ha sido una gran parte de nuestras vidas, han sido 11 años… Pero que no se preocupen los fans, todavía tienen la segunda parte de la séptima temporada y toda la octava temporada, todavía queda mucho. Y el spin off también. Y luego, siempre que quieran pueden volver a verla en maratón”, ríe el actor.
Aunque estemos hablando del final de Outlander, y como recuerda Heughan, todavía quedan unos cuantos capítulos hasta llegar ahí. Ahora, Movistar Plus+ emite la segunda mitad de la séptima y penúltima entrega. Para la octava y última tanda de episodios, ya rodada, aún no hay fecha de emisión. Antes, en 2025, se estrenará Outlander: Sangre de mi sangre, la precuela de esta historia creada en la literatura por la escritora Diana Gabaldon.
Esta historia de amor, aventuras y viajes en el tiempo ha llevado a la pareja protagonista desde la Escocia de los clanes hasta los albores de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos pasando por la Francia de Luis XV. Ahora, con la sensación de estar cerrando el círculo, los protagonistas regresan a las Tierras Altas escocesas. También a la Escocia del siglo XVIII viaja su yerno desde el siglo XX para tratar de dar con su hijo mayor, que ha sido secuestrado por un compañero de trabajo de su madre. Gracias a la fantasía, y aunque cueste creerlo, todo esto tiene sentido en la trama.
Cuando Outlander termine en la pantalla (la saga de libros, compuesta ahora por nueve entregas, concluirá con su décima novela), la legión de seguidores (sobre todo, seguidoras) de la serie habrá seguido a sus protagonistas a lo largo de varias décadas. Aunque la producción decidió que los protagonistas no cambiaran apenas físicamente, sí lo han hecho en su forma de ser. “Ahora son abuelos y tienen más de 60 años. Están más asentados, se han endurecido. Han logrado mantener ese amor y esa relación. A la vez ejercen como la matriarca y el patriarca de una familia más grande, lideran una gran comunidad, lo que les ha dado confianza y han llegado a ser más sabios y maduros”, reflexiona la actriz. “Sí, pero al mismo tiempo creo que Jamie es un poco más frágil por la gran responsabilidad que tiene. No solo lidera un grupo de hombres, también es su guardián de alguna forma, un general, un político, y también sabe lo que tiene que perder. Hay mucho más en juego para él y es más consciente de su mortalidad”, añade Heughan en una entrevista cuya duración se redujo a la mitad de lo acordado sin explicaciones y por decisión unilateral de la productora.
Del mismo modo que la relación entre Jamie y Claire, superada una primera fase de lógica desconfianza dada la diferente procedencia de cada uno, se ha mantenido muy sólida en la ficción, Balfe y Heughan aseguran que su interacción personal no ha cambiado, sino que desde el principio fueron capaces de crear los lazos de confianza necesarios para que su trabajo se desarrollara de la mejor forma. “Tuvimos una charla antes de rodar y establecimos que, vale, no sabíamos qué ocurriría, pero que estábamos juntos en esto y teníamos que respaldarnos mutuamente. Y nos hemos mantenido fieles a eso”, explica la actriz. “Siempre que hemos tenido alguna cuestión, nos hemos comunicado muy bien, esa es la clave. Somos un poco como Jamie y Claire, hemos conseguido mantenernos el uno al lado del otro. No podría pensar en una mejor compañera de escena, honestamente. Y qué viaje ha sido, 11 años locos. Probablemente, ahora necesitamos algún tiempo separados para descubrir quiénes somos nosotros mismos”, completa Heughan.
La complicidad entre Sam Heughan y Caitriona Balfe se ha ido forjando, en buena parte, entre las abundantes escenas de sexo que riegan esta historia. Para Balfe, fue fundamental la incorporación en la sexta temporada, y por mediación de su compañero Sam Heughan, de una coordinadora de intimidad, Vanessa Coffey. “Creo que eso nos permitió profundizar mucho más. Cuando empezamos la serie, la idea de tener coordinadores de intimidad todavía no estaba asentada en la industria, lo que, si lo piensas ahora, era bastante salvaje, porque igual que nunca haríamos una escena de lucha sin especialistas delante, no sé por qué se hacía así”, dice la actriz. “En la serie siempre hemos intentado que las escenas íntimas cuenten una historia y siempre hemos peleado para que ocurriera así. La presencia de Vanessa ha aportado que todo el equipo, los directores, los guionistas, los productores, se involucren en esa historia y cómo la contamos, que sea algo organizado pero orgánico y natural”, añade Balfe.
La trama de Outlander está estrechamente vinculada con la historia de Escocia y de Estados Unidos, hasta casi convertirse en una entretenida lección de historia con la que incluso los actores han aprendido. “Pero por favor, no nos hagas un examen sobre lo que sabemos de la Guerra de Independencia, es tremendamente complicado”, bromea Balfe. Uno de esos eventos históricos es el que elige Heughan cuando se le pide resaltar un momento vivido por su personaje: “Jamie está siempre en batallas y hemos visto algunas increíbles y muy diferentes. Yo volvería a la primera, la de Culloden, un punto de inflexión en la historia de Escocia”. Balfe prefiere las escenas en las que su personaje tenía que mostrar sus habilidades como enfermera y cirujana. “En la tercera temporada teníamos una operación, teníamos órganos que se movían y esas cosas, fue divertido. Incluso intenté coser una vez a Sam, igual nos pasamos de realistas”, concluye la actriz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.