Dragones con piel española en ‘La casa del dragón’
El cordobés Víctor Vera ha trabajado en los músculos y las alas de Fuegosolar, Meleys, Vhagar y Syrax, cuatro de los animales mitológicos de la precuela de ‘Juego de tronos’
Cuando Víctor Vera (Castro del Río, Córdoba, 34 años) descubrió que su nuevo proyecto laboral consistía en dar forma a los dragones de La casa del dragón se emocionó. Este fan de Juego de tronos y de su secuela ha puesto su granito de arena para que las temibles criaturas de la segunda temporada de la serie de HBO fueran lo más realistas posible. O todo lo realista que puede ser un animal mitológico. Se podría decir que Fuegosolar, Meleys, Vhagar y Syrax, cuatro de los dragones que montan los Targaryen en la serie, cuya segunda temporada termina el próximo lunes en Max, tienen adn español.
El recorrido de Vera hasta La casa del dragón es intrincado, y va desde la realización de un grado medio de carpintería hasta especializarse en animación de personajes en 3D con un curso en la escuela malagueña de arte digital y diseño 3D Animum. Desde 2019 decidió centrarse en la simulación de músculos y piel de personajes y trabajó en series como Sombra y hueso, Feria, See, Avatar: la leyenda de Aang y la película The Marvels. Así hasta que la compañía de efectos especiales Pixomondo le encargó un proyecto que le hizo especial ilusión: trabajaría en las simulaciones de músculos, la piel y las alas de los dragones de Rhaenyra, Aegon y demás miembros de la casa Targaryen.
Buena parte del trabajo que ha aportado Vera a La casa del dragón se pudo ver en las espectaculares batallas aéreas del cuarto capítulo de la actual temporada. El equipo de la serie ha explicado que, para diseñar esas escenas, se inspiraron en los ángulos de cámara de las películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y que para los choques entre los animales, la esperada danza de dragones, se basaron en el comportamiento de las aves de presa.
El trabajo de Vera es más sutil, como explica en una videollamada. “A mi departamento nos llega la animación del dragón, pero es como de plastilina sólida, como si no tuviese organicidad en la piel. Nosotros dotamos al dragón de movimiento. Cuando una persona corre, los músculos botan dentro de la piel, y eso hay que aplicárselo también a ellos. En las alas, lo mismo, nos llegan alas sin vida. Nosotros le damos ese realismo para que, al volar, parezca que vibran y que se muevan como una cortina, como una tela muy finita. Básicamente, como las alas de un murciélago”.
¿Cuánto tiempo se tarda en hacer un dragón? “Depende de la prisa”, dice Vera, sin especificar. Él trabajó en este proyecto seis meses, pero antes de que entrara en acción su departamento hubo otros, y todavía quedaba trabajo por delante antes de rematar los animales con profesionales que trabajaban de forma simultánea en aspectos como las babas o el fuego.
Una de las obsesiones del equipo de la serie desde la primera temporada era que cada dragón tuviera su propia identidad, su propio aspecto, tamaño, color, sonido e incluso su propia personalidad, elementos que definen tras semanas de trabajo. “Los libros son muy descriptivos con los dragones, George R. R. Martin se fija mucho en los detalles, y los artistas que tenemos que replicar su trabajo tenemos que intentar estar a su nivel”, añade. Él ha formado parte del nutrido equipo de personas (con varios españoles entre ellos) que ha trabajado en estas criaturas. En concreto, su mano está detrás de Fuegosolar (el dragón del rey Aegon), Meleys (el animal de Rhaenys, la reina que nunca fue), el enorme Vhagar (ahora montado por el temible Aemond) y ha trabajado ligeramente en Syrax (el dragón de la reina Rhaenyra Targaryen).
El interés de Vera por la creación de personajes viene desde pequeño. Recuerda que, cuando vio la película Corazón de dragón, pidió ver un dragón de verdad y le explicaron que no existía. “Me quedé preguntándome cómo se hacía”, recuerda. Después vinieron Parque jurásico, El señor de los anillos y Piratas del Caribe, que le confirmó que quería saber cómo se hacían esos personajes. Aunque no lleva mucho tiempo creando personajes en 3D, reconoce que ha tenido suerte con los proyectos en los que ha trabajado. “Pero este, a nivel personal, lo pongo por encima. Al ser yo fan y saber que mucha gente lo iba a ver, tenía un plus de exigencia”.
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