Eric Kripke, creador de ‘The Boys’: “No me quita el sueño cómo hacer que otro pene explote”
La cuarta temporada de la serie de superhéroes acentúa la sátira política. “Estamos siendo manipulados para odiarnos los unos a los otros”, dice su responsable
La cuarta temporada de The Boys comienza con un acto de campaña rumbo a la Casa Blanca. La protagonista, aspirante a la vicepresidencia, es una mujer con un práctico poder: reventar cabezas con la mente. Detrás de ella está el narcisista y sádico Patriota, un superhéroe con tal grado de popularidad que ha sido capaz de matar a un hombre a sangre fría en plena calle y, acto seguido, ser vitoreado por sus fanáticos. En The Boys nunca se han andado con chiquitas. Los nuevos capítulos (Amazon Prime Video estrenó los tres primeros el 13 de junio, seguidos de uno nuevo cada semana) elevan el tono de la sátira política y social que caracteriza a la serie creada por Eric Kripke y basada en los cómics de Garth Ennis y Darick Robertson.
“Esta es una temporada más intensa y más política. Tenemos una superheroína a un paso de la Casa Blanca y abordamos un montón de asuntos políticos, pero también todo eso que a la gente le gusta de The Boys, un montón de humor, partes del cuerpo explotando, sangre…”, enumera Eric Kripke en una entrevista por videollamada a finales de mayo. Esas brutalidades gore, su irreverencia y su fuerte vertiente satírica hacen a esta historia de superhéroes diferente del resto. ¿Cuál de esos aspectos, el gore o la política, da más quebraderos de cabeza a sus guionistas? Kripke ríe ante la pregunta: “En realidad me aterra lo que ocurre en el mundo real. Vivimos en un mundo donde la sátira está a diario en las noticias. Diría que lo que más dolores de cabeza me produce son los personajes, revelar nuevas facetas de ellos manteniéndonos fieles a su psicología”. Kripke, que dos días antes del estreno de esta temporada anunciaba en X que la próxima entrega, la quinta, será la última de la serie, continúa: “En la sala de guionistas pasamos el 70% del tiempo hablando sobre los personajes, y una vez que tenemos eso, ya decimos, ‘venga, ¿qué locuras podrían ocurrir que ayuden a explicar ese viaje?’. Lo que me quita el sueño no es cómo hacer que otro pene explote, es, ‘tengo que averiguar dónde está la mente de Carnicero en este momento”.
La vertiente política de la serie cobra más protagonismo en la ficción y también más relevancia al convertirse en espejo de la realidad con el año electoral en Estados Unidos. Desde sus comienzos, la serie ha sido un reflejo de una sociedad tremendamente polarizada. Ese caldo de cultivo está más humeante que nunca en una temporada que en sus primeros compases muestra un juicio a Patriota que divide a la población: a la salida del juzgado, le esperan seguidores acérrimos a un lado de la valla y, al otro, decenas de detractores. Es inevitable que venga a la memoria el reciente juicio a Donald Trump.
Para Kripke, esa polarización es uno de los graves problemas de la sociedad actual y tiene explicación: “Intentamos mostrar que esta división donde hay un nosotros y un ellos, y ellos son el demonio y deben ser destruidos…, en realidad ocurre porque estamos siendo manipulados por fuerzas mucho más poderosas que están empleando millones de dólares y algoritmos con inteligencia artificial para volvernos los unos contra los otros porque les es beneficioso económicamente. Yo soy progresista, y no tengo problemas con una persona porque sea de derechas. Mi problema es que los dos estamos siendo condicionados para pensar que el otro es nuestro enemigo en lugar de nuestro vecino. Eso es muy peligroso y ocurre porque, uno, genera más dinero: cuanto más enfadado estás, más tiempo estás en internet. Y dos, los autoritarismos necesitan que te sientas así porque entonces no los miras críticamente. Estamos siendo manipulados para odiarnos los unos a los otros, y eso sí que es odioso”.
Los personajes que se incorporan en esta temporada ayudan a llevar un poco más allá esa sátira política. Dos superheroínas se unen al grupo de Los Siete. Sister Sage (la actriz Susan Heyward) es la persona más inteligente del mundo, pero al tratarse de una mujer afroamericana, sus ideas nunca han sido tenidas en cuenta y sus niveles de frustración son extremos, lo que la convierte en sumamente peligrosa. La otra superheroína es Firecracker (Valorie Curry), reflejo de los medios que difunden mensajes de extrema derecha y la expansión de los movimientos conspiranoicos. Kripke no esconde la referencia a la política Kristi Noem, aspirante a vicepresidenta con Donald Trump: “Tenemos una candidata a la vicepresidencia que habla de que, al volver a casa, disparó a uno de sus cachorros. Y de alguna forma parece que eso está bien, que no importa que alguien sea un loco portador de armas”, dice el guionista. La última incorporación principal de esta temporada permite a Kripke, creador de la serie Sobrenatural, que se mantuvo 15 años en antena, reencontrarse con el actor Jeffrey Dean Morgan, quien interpreta al misterioso analista de la CIA Joe Kessler.
Algunos críticos describen The Boys como una de las series con mayor contenido político que se emiten en la actualidad. La acentuación de ese carácter político era, para su creador, el camino natural con los derroteros que estaba tomando la trama y porque también lo refleja el cómic original. “Además, sabíamos que emitiríamos muy cerca del año electoral en Estados Unidos y nos parecía que era lo adecuado que en la trama hubiera también unas elecciones o que estuviera el juicio a Patriota. Muchas de esas cosas las veíamos venir”.
Hablando del juicio a Patriota, Kripke reacciona con ironía al preguntarle por los símiles entre el despiadado personaje que interpreta Antony Starr y Donald Trump: “¿Cómo se le puede ocurrir a alguien que Patriota sea una versión satírica de Donald Trump? ¿Cómo te atreves…? ¡Por supuesto que lo es!”, ríe mientras gesticula exagerando. “Es un fenómeno muy extraño, y por cierto, no es solo Trump, hay un montón de gente en todo el mundo, desafortunadamente, que sigue ese modelo. La idea de ser una celebridad y querer ser un dictador autoritario es algo muy nuevo y que da mucho miedo”.
Las elecciones estadounidenses del próximo noviembre han abierto la puerta al regreso de Trump a la Casa Blanca. Su anterior mandato dio alas y contenido a programas humorísticos como Saturday Night Live, pero puso más complicadas las cosas a algunas ficciones, cuyos guionistas reconocían que su trabajo era más difícil en un mundo en el que la realidad superaba constantemente a la ficción. ¿Podría ser el regreso de Trump bueno para The Boys al ofrecerles material extra? “La vuelta de Trump sería horrible para todos. Para The Boys y para todo el mundo. Si hay algo que destacamos en la cuarta temporada es que quizá no sea buena idea tener un bebé narcisista maligno como presidente. Si ayudamos a un par de personas a llegar a esa conclusión, será genial”.
Si hay algo que destacamos en la cuarta temporada es que quizá no sea buena idea tener un bebé narcisista maligno como presidente. Si ayudamos a un par de personas a llegar a esa conclusión, será genialEric Kripke
Kripke asegura que los guionistas de The Boys cuentan con total libertad por parte de la plataforma y el estudio, Amazon y Sony: “Nos autocensuramos mucho más de lo que ellos nos censuran. Por muy impactante que pueda ser la serie, nunca quiero que parezca que algo ocurre gratuitamente, que hacemos algo solo porque podemos. Quiero poder explicar a los actores con la cara seria por qué les ponemos en esa situación tan absurda. Y la respuesta no puede ser ‘porque es divertido’. Tiene que ser ‘porque es parte de la historia de tu personaje o es una parte del mundo que no hemos visto antes’. Si no sigue ese criterio, no lo hacemos”.
En una serie en la que puede ocurrir cualquier cosa, no sorprende que Kripke confiese que con lo que más disfruta es escribiendo el personaje de Profundo (interpretado por Chace Crawford). “Es tan ciegamente estúpido que te permite escribir cosas un poco más tontas y relajarte más. Los otros personajes son más complejos, y tienes que analizar las decisiones que toman, pero Profundo… Ya sabes, solo quiere follarse a un pulpo e ir a fiestas. Es una maravilla”.
Los superhéroes llevan años dominando las pantallas, tanto el cine como la televisión. Para Kripke, la explicación rápida de este fenómeno es “que dan dinero”. Pero también observa un cierto agotamiento en los espectadores. “Las películas de Marvel están muy, muy bien hechas, las he visto todas. Son películas grandes, muy entretenidas y divertidas. El hambre del público era tal que han crecido un montón. Pero ahora creo que se están empezando a cansar. Y ahí la responsabilidad está en gente como yo. Tengo que asegurarme de que doy a la audiencia cosas que realmente no han visto antes y que no podrían encontrar en ningún otro sitio”, concluye.
Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.