Quo vadis, televisión de Semana Santa
Hace 40 años, ‘Un, dos, tres...’ renunciaba en estas fechas a chistes subidos de tono y minifaldas y centraba su temática en la vigilia. Hoy la programación pascual es casi anecdótica en TVE e inexistente en el resto de las cadenas
Así como la emisión de Love Actually da el pistoletazo de salida a las navidades televisivas, Ben-Hur arranca la Semana Santa. TVE no nos ha hecho esperar demasiado, la disfrutamos en la tarde del Jueves Santo. Del clásico de William Wyler se destaca siempre que muestra la carrera de cuadrigas más famosa de la historia del cine, aunque tampoco es que haya muchas carreras de cuadrigas en la historia del cine. También que Charlton Heston era el único que ignoraba durante el rodaje que su relación con Messala se disfrazaba de amistad para salir a pasear por Judea. Algo que también pasó desapercibido para la mayoría de los espectadores. Cosas del subtexto.
Despachado el clásico favorito de los programadores televisivos había que adjudicar horario a Quo Vadis y le ha tocado la tarde del viernes. La película de Mervin LeRoy huele a torrijas y palma bendecida, a tarde de manta y sofá. A los que crean que ya la han visto demasiadas veces —hay películas que nunca se ven lo suficiente— les propongo un reto, encontrar entre sus cientos de figurantes a un par de estrellas que debutaban: el fornido Bud Spencer y una Sofía Loren que ni siquiera aparece acreditada. El sábado noche llega Rey de reyes, la epopeya de Nicholas Ray sobre la vida de Cristo que transformó Añover del Tajo en el Monte de los Olivos, Aldea del Fresno en el Río Jordán y a Carmen Sevilla en María Magdalena, la magia del cine. ¿Hay alguna Semana Santa en la que TVE no haya emitido estos tres clásicos? No nos consta.
Como las películas ya no son el menú principal del televidente, en La 2 se han apuntado a la moda de los atracones y entre jueves y viernes despachan este año los ocho capítulos de la primera temporada de The Chosen —Movistar Plus+ acaba de estrenar la cuarta—. La serie sobre Jesús y sus discípulos ha sido un éxito nada inesperado, aunque no haya nombres demasiado reconocibles en su reparto adapta uno de los libros más vendidos de la historia, un best-seller plagado de traiciones, pasión, fantasía y personajes fascinantes, ni una de sus páginas tiene desperdicio. Poca más ficción propia de estas fechas emitirá la cadena pública. Atrás quedan los tiempos en los que imperaba el recogimiento y la programación se nutría de música sacra y procesiones y toda la parrilla se modificaba en su honor.
Noche sin minifaldas
Una curiosidad, en 1985, la primera vez que la emisión del Un, dos tres... coincidió con el Viernes Santo, Mayra Gómez Kemp advirtió al inicio del programa que por respeto se evitarían los chistes subidos de tono. Aquella noche no hubo minifaldas y la temática central del programa fue la gastronomía de vigilia. Y con un material así hicieron un programa tan soberbio como siempre, la magia de Chicho y de una televisión que entendía el servicio público. Hoy TVE vive inmersa su propio vía crucis con milagro final, que al frente, aunque sea de manera provisional, hayan situado a alguien, Conchi Cascajosa, que además de saber de televisión es un referente para los que escribimos sobre ella y, más importante, alguien que disfruta viéndola —esto que se da por sentado no suele ser habitual— es un prodigio a la altura de convertir el agua en vino, aunque a ciertas horas de la noche no se valore tanto.
Como suele ser habitual no hay rastro de programación ad hoc en la parrilla de las privadas, no es fruto del relajamiento de las costumbres, nunca la ha habido en sus 35 años de historia. Para Atresmedia este es un periodo festivo más y se limitará a dar vacaciones a sus programas estrella y sustituirlos por reposiciones y cine familiar. Desafortunadamente para los aficionados al género todavía no han descubierto el filón de los telefilmes de Pascua. En Hallmark, el canal estadounidense del amor sano, respetuoso y patriótico (aunque graban todos sus productos en Canadá porque resulta más barato), acaban de estrenar Una flor de pascua, una comedia romántica en la que Amanda, una joven jardinera, intentará salvar la granja de su familia participando en un concurso de flores de Pascua, allí conocerá a Derrick, un pastor (de almas, no de ovejas) que le hará recuperar la alegría de vivir. No, no crean que la han visto, tal vez han visto la versión navideña en la que Amanda participa en un concurso de abetos y Derrick pastorea las ovejas del nacimiento. Espero que el departamento de compras de Antena 3 esté tomando nota.
En Telecinco tampoco habrá más Gólgota el de los Supervivientes ni más Pasión que la que se viva en La isla de las tentaciones. Ni alteran su parrilla ni le dan descanso a sus formatos estrella, a ver si por incomparecencia del resto arranca algunas décimas de audiencia que le permitan tomar aire. Para demostrar que no piensa levantar el pie del acelerador ha elegido una semana que para algunos afortunados ya era de vacaciones, y en la que históricamente baja el consumo televisivo, para estrenar Mental Masters, una de sus grandes apuestas de la temporada, una apuesta arriesgada que no les ha salido mal.
Si a alguien le parece escasa la oferta de ficción sacra y añora más cine de peplos y sandalias, puede refugiarse en TreceTV, donde no faltará La Biblia, la coproducción europea que no falla ningún año a su cita con la Pascua y nos recuerda que antes de ser el McDreamy de Anatomía de Grey, Patrick Dempsey fue Jeremías. También hay clásicos de Semana Santa que se han convertido en tal sin motivo aparente, como La maldición de la tumba de Tutankamon que ni un año de la última década ha quedado sin emitir, esta vez la programará Paramount. Cómo una película que nada tiene que ver con la Pasión de Cristo, ni siquiera con el cristianismo se convierte en ineludible en estas fechas es un fenómeno digno de estudio.
Filmin, que nunca pierde de vista la actualidad, ha reunido 43 títulos bajo la etiqueta “Santos clásicos”. Algunos obvios: La historia más grande jamás contada o Jesucristo Superstar; otros de encaje cuestionable, ¿Magnolias de acero? Pero si en 2024 podemos tomar torrijas veganas por qué no actualizar también la lista de clásicos pascuales. Y tampoco es que sea necesaria una excusa para dedicarle un par de horas a Sally Field y Dolly Parton.
Y si en medio de tanta gravedad alguien echa de menos un poco de humor puede recurrir a Que ardan todos, la serie británica recién estrenada en Movistar Plus+ sobre una familia de fanáticos religiosos. Que nadie se rasgue las vestiduras, es tan respetuosa como divertida.
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