Taylor Tomlinson, la comediante religiosa que se ha quedado con el ‘late night’ de James Corden

Estados Unidos tiene desde esta semana una mujer entre el pequeño grupo de conductores de los late night. Con solo 30 años, Taylor Tomlinson ocupa desde este martes el espacio que abandonó el británico James Corden en la CBS y se suma al género televisivo representado por los comediantes Jimmy Fallon, Stephen Colbert y Jimmy Kimmel. Tomlinson representa un relevo generacional en la parrilla y es la apuesta de la cadena por retener a los jóvenes, un segmento de la población que prefiere pasar sus noches en las redes sociales que frente a la pantalla chica.

En la primera emisión de After Midnight, Tomlinson preguntó a sus tres invitados si habían visto los Emmy. La conductora acudió a la entrega de premios y usó la alfombra roja para promocionar el lanzamiento de su programa. Ninguno de los tres vio la gala. “¿Nadie los vio? ¿Está muerta la televisión? ¡Grandioso! En el primer programa...”, bromeó la comediante.

Tomlinson es considerada una estrella en ascenso de la comedia estadounidense. Tiene dos especiales en Netflix y ha sido acogida en el medio por algunos de los miembros más respetados del stand up, como Neal Brennan, el escritor del programa televisivo de Dave Chappelle en los noventa, y Pete Holmes. Además, la intérprete es una invitada frecuente al popular circuito de podcasts, lo que la mantiene vigente en las redes sociales.

La CBS ha dejado claro que pretende utilizar el espacio para renovar la fórmula tradicional del late night. El primer programa, emitido a las 00.37 del miércoles, mostró un formato de concursos en lugar del acostumbrado monólogo de burlas políticas y el tradicional sofá donde se sientan celebridades a decir chistes y promocionar lanzamientos. After Midnight depende de los reflejos y rapidez de respuesta de los comediantes invitados. La cadena lo ha llamado el show “más inteligente sobre las cosas más estúpidas de Internet”.

No solo el formato es innovador. También el perfil de Tomlinson, quien se definió en una reciente entrevista con The New York Times como una introvertida que rehúye de los grandes grupos de personas. Creció en el seno de una tradicional familia metodista de San Diego, una ciudad conservadora al sur de California. Su madre murió cuando era joven y su padre volvió a casarse solo 10 meses después de enviudar.

Su padre, a quien Tomlinson dejó de hablar el año pasado, es una de las figuras más recurrentes en su humor. El hombre es en parte responsable de la carrera de su hija. Fue él quien la llevó por primera vez a una clase de monólogos cómicos, una clase que tomó junto con ella en un sitio muy particular, una iglesia cristiana de la congregación.

Fue en una de aquellas clases donde Tomlinson estuvo por primera vez ante un público para hacerlo reír. Tenía 16 años. Ocupó el cierre del evento, arrebatando a su padre el puesto más codiciado del modesto cartel presenciado por 40 espectadores. Comenzó a hacer giras por iglesias de todo el país, hasta que un tuit donde hacía una broma sobre follar le cerró las puertas de ese circuito.

Eso fue lo de menos. A los 23 años, Tomlinson ya había sido invitada por Conan O’Brien a su programa para hacer un monólogo. Participó en concursos entre comediantes, su nombre fue incluido en las listas de talentos a seguir y hasta recibió una oferta para desarrollar un programa de televisión. El primer gran éxito, no obstante, llegó con 15 minutos que hizo para un especial de comedia de Netflix en 2018. Su primer especial se lanzó en la plataforma en 2020 bajo el nombre de Quarter-Life Crisis. Dos años después, el gigante del streaming lanzó el segundo, Look at you.

Tomlinson es hoy la única mujer en un horario dominado por hombres (puede quedarse en solitario a menos que Comedy Central elija a una para llenar la vacante que dejó Trevor Noah en The Daily Show). Seth Myers, de la escuela de Saturday Night Live y conductor del late night de la NBC, es su rival principal en la franja. El mayor reto, sin embargo, serán los hábitos de consumo de los televidentes estadounidenses. En los últimos años, las cadenas han decidido cancelar otros late night encabezados por mujeres, entre estos las emisiones de Samantha Bee, Ziwe y Amber Ruffin (las dos últimas comediantes negras). Ninguna de estas había ocupado una silla en cadena abierta.

El referente más cercano de Tomlinson es probablemente el de Joan Rivers, quien en 1986 tuvo a su cargo por primera vez un late show. Fallecida en 2014, la comediante abrió el camino en la Fox, muchos años antes de que la cadena diera un giro y se convirtiera en la caja de resonancia de la derecha más conservadora. Décadas después, una comediante que inició su trayectoria en iglesias llega de nuevo a una de las ondas más importantes. Pero Tomlinson es diferente. No hace chistes de política.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.