Los Emmy retrasados de 2023 coronan a ‘Succession’ y ‘The Bear’ como mejores series del pasado año

Después de un retraso de cuatro meses, los Emmy han vuelto a reinar como los premios de la televisión. Aunque normalmente tienen lugar a mediados de septiembre —en 2023 iban a celebrarse el 18 de ese mes—, este año la idiosincrasia de Hollywood les ha hecho ir tarde: la huelga de guionistas, que acabó a finales de ese mes, y la de actores, que no terminó hasta noviembre, hicieron que la industria se paralizara y que los premios tuvieran que trasladar su fecha. Y este 15 de enero, lunes (pero festivo en todo Estados Unidos), han encontrado un hueco en la parrilla de la temporada de premios para emitirse en Fox, compitiendo en popularidad contra los caucus de Iowa, cuyos resultados se iban conociendo a la vez que los ganadores de los premios, que esta vez honraban a las mejores series del año pasado. Es decir, que iban con cierto retraso en comparación con el resto de premios de la temporada. Aun así, como en el resto de entregas, Succession, The Bear y Bronca, se lo han llevado casi todo.

Desde el teatro Peacock de Los Ángeles (California), el cómico y guionista Anthony Anderson fue el encargado de conducir la 75ª edición de los premios, una cifra redonda que llevó al escenario muchas antiguas series y sus protagonistas: de Cheers a Dinastía, con Joan Collins y sus 90 años en el escenario; de la 36 veces nominada Anatomía de Grey, con más de 420 episodios emitidos, a Calista Flockhart bailando en homenaje a Ally McBeal. En una temporada donde los presentadores se están llevando más de un pescozón por sus poco acertados discursos, Anderson estuvo divertido y contenido, con muchos guiños a la comunidad negra y también a los siempre largos discursos de los ganadores. “Esta noche damos 27 premios. Eso significa 27 discursos de aceptación. Os pido que sean cortitos... Solemos poner música para cortarlos, que la gente suele ignorar. Este año tenemos algo que no se puede ignorar: a mi madre”. Y su madre, sentada en el patio de butacas, entró al trapo: “Oye que quiero ir a la fiesta de después”. “Pero no me grites a mí, grítales a ellos”, respondía Anderson. Y su madre, la también cómica Doris Bowman, fue sacando carteles para largar a los premiados del escenario.

Los presentadores de los premios estuvieron también divertidos, emotivos y llenos de chispa. Christina Applegate fue la encargada de dar el primero, entre lágrimas suyas y aplausos del público. “Es un honor hacer papeles complejos, divertidos, como las mujeres nominadas esta noche”, decía, cargada de emoción, una actriz que lleva desde que era prácticamente un bebé interpretando papeles en Hollywood y a la que una esclerosis y un bastón no han parado, ni de lejos; tanto que estaba incluso nominada. Pedro Pascal, al que en los Globos de Oro le pasó por encima Kieran Culkin (con un “chúpate esa”), le reconoció al actor de Succession: “Me estás dando una paliza”. Tina Fey y Amy Poehler volvieron a repetir como dúo cómico como presentadoras de un informativo para dar el premio al mejor evento televisado en directo, que fue para el concierto de despedida de Elton John en Los Ángeles. Algo que hace que el artista británico sea la 19ª persona en tener el llamado EGOT: Emmy, Globo de Oro, Oscar y Tony.

En galardones no hubo demasiadas sorpresas y todo siguió el guion que poco a poco va marcando la temporada de premios. Succession (HBO), ganadora como mejor serie de drama, triunfó con seis premios (de un total de 27 nominaciones). El primero fue para Matthew Macfadyen, mejor actor de reparto: “Gracias a mi esposa de la pantalla, Sarah Snook, y mi otra esposa, Nicholas Braun”, bromeaba sobre sus dos principales apoyos dramáticos en la serie. “Actuar con vosotros es una de las mejores cosas que me ha pasado en toda mi vida”. El segundo fue para Kieran Culkin por bordar su papel del insoportable Roman Roy: “Gracias a mi madre por darme la vida y mi niñez, que fue estupenda”, afirmaba emocionado, tirando la chaqueta al escenario, nervioso y acalorado, además de bromista con su esposa, Jazz Charton, sentada entre el público, a la que le dio las gracias por sus dos hijas: “Jazz, quiero tener más. Dijiste que a lo mejor. Te quiero mucho”.

Y el tercero para la australiana Sarah Snook, la taimada Shiv Roy, que afirmó que, con el fin de la serie, va a “echar mucho de menos” a sus compañeros de reparto. Además, la producción se llevó los de mejor guion y mejor dirección de una serie de drama por su brillante capítulo La boda de Connor, y el premio gordo, mejor serie dramática, que recogió todo el elenco, abrazándose en escena, de la mano de su creador, Jesse Armstrong, que habló de la relación entre las familias, el poder y los medios de comunicación: “Estamos tristes de que esto acabe, pero muy honrados, nos ha encantado hacer esto”.

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Los premios Emmy 2023

El otro gran éxito de la temporada, The Bear (FX, en Hulu/Disney+), se proclamó como serie del momento con seis premios por su primera temporada (ya se ha emitido la segunda, pero estos son los galardones del año pasado) en la categoría de comedia (¿debería ser drama? Eso opinan muchos). También tres para intérpretes, dos por mejor dirección y guion de capítulos y el premio gordo a mejor comedia. Ayo Edibiri y Ebon Moss Bachrach ganaron como mejor actriz y actor de reparto en comedia, mientras que Jeremy Allen White lo recogió como actor principal gracias a su papel del cocinero Carmy Berzatto: “Estoy orgulloso, lleno de agradecimiento por estar frente a vosotros. Adoro esta serie. Me ha llenado, me ha dado una pasión. Os quiero chicos, al fabuloso casting y fabuloso equipo. Gracias, papá, gracias a los que habéis estado cerca de mí este año, gracias, gracias, gracias”. Se lo dedicó a sus hijas, Ezer Billie y Dolores.

La agridulce tragicomedia Bronca (Netflix) se ha llevado cinco entre las miniseries: a mejor serie, mejores actores (Steven Yeun y Ali Wong), mejor dirección y mejor guion. Su creador, Lee Sung Jin, aseguraba: “Esto es una locura”.

The White Lotus en drama (le ocurre al revés que a The Bear, muchos creen que debería ser comedia) le dio el premio a mejor actriz en esa categoría a Jennifer Coolidge, a la que la serie ha recuperado como icono generacional: “Mike White, gracias por darme esta oportunidad con este increíble papel”, agradecía al creador del éxito de HBO, y siguiendo una línea de su personaje, afirmó entre aplausos: “Quiero darle las gracias a todos los gais malvados”. Además, en comedia, Quinta Brunson se convirtió en la primera mujer negra en 40 años en ganar un Emmy a mejor protagonista en serie de comedia por Colegio Abbott, y solo la segunda de la historia tras Isabel Sanford por Los Jefferson.

El homenaje a los actores y personalidades de la industria fallecidas arrancó con el guionista y productor Norman Lear y se cerró con Matthew Perry y la canción I’ll Be There for You, el tema principal de Friends. Los aplausos sonaron fuertes en las apariciones en pantalla de célebres actores como Kirstie Alley, Angela Lansbury o Angus Cloud. En el día de Martin Luther King, que se celebra en todo el país, Anderson cerró la retransmisión con uno de los momentos históricos de la televisión (e históricos, en general) de Estados Unidos: el discurso de King desde Washington en 1963, con su “I have a dream” (Tengo un sueño). En la noche de los Emmy, muchos cumplieron el suyo.

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