‘Colegio Abbott’, la comedia que homenajea a los maestros y triunfa en los premios: “Los profesores merecen que se les pague más”
Quinta Brunson pasó de crear memes en internet a ser la responsable y protagonista de una de las series revelación de la pasada temporada televisiva
El optimismo de Janine contrasta con la realidad que la rodea. Janine es una de las maestras de la escuela pública de primaria Abbott y está llena de energía y entusiasmo por organizar actividades para motivar a los niños y mejorar el rendimiento del colegio. Sus compañeros veteranos miran esa pasión con recelo, mientras que el último en llegar al claustro no puede entender que el centro se mantenga en manos de una directora incapaz. Colegio Abbott (en Disney+) fue una de las comedias revelación de la temporada pasada en Estados Unidos. Al gran seguimiento del público en la televisión en abierto se sumó el aplauso de la crítica y el reconocimiento de los premios. Su primera temporada logró tres premios Emmy y otros tres Globos de Oro, incluido mejor comedia del año.
Con su formato de falso documental, personajes bondadosos y en la extensa tradición de la comedia del lugar de trabajo, Colegio Abbott es heredera de títulos muy aplaudidos de la televisión en abierto estadounidense reciente como Modern Family, Parks and Recreation o The Office. Su creadora y protagonista, Quinta Brunson (Filadelfia, 33 años), quiso homenajear con ella a su propia madre, Norma, profesora en un colegio de primaria, y a todos los docentes. “Yo estaba muy familiarizada con el mundo escolar, había pasado mucho tiempo viendo a mi madre, no solo como estudiante, también antes y después de la escuela. Veía el humor que hay en ese mundo, el corazón que hay: era el lugar perfecto para hacer una comedia”, cuenta la actriz y guionista en una entrevista por videollamada a mediados de marzo.
Además de reflejar un mundo que conocía tan bien, otro objetivo de Brunson era reivindicar la labor de los profesores. En la serie son constantes las referencias a la escasa financiación que recibe el centro por parte del estado y la precariedad laboral de sus trabajadores. La protagonista incluso tiene dificultades para pagar el alquiler. “La enseñanza es una profesión que está claramente subestimada. Nosotros hacemos humor con eso, pero en el fondo es triste. Los profesores merecen que se les pague más”, dice la actriz y guionista.
Casi todos los personajes principales de Colegio Abbott tienen su correspondiente en el entorno de Brunson. Barbara, la estricta profesora que la joven Janine ve como una mentora y que valió a Sheryl Lee Ralph un Emmy, está basada en la madre de la creadora. Melissa (Lisa Ann Walter) está inspirada en una amiga de su madre de mismo nombre. La directora Ava (Janelle James), en un director que trabajó con su madre. Y Gregory (Tyler James Williams), en un amigo de Brunson que terminó siendo profesor. Incluso Janine, interpretada por la creadora de la serie, tiene su referente real en una amiga “dolorosamente optimista” de Brunson. “Su optimismo me molestaba bastante. Pero en el fondo me encantaba, fue mi salvación muchas veces. Es muy importante tener a alguien alrededor que crea que, pase lo que pase, las cosas pueden mejorar”, cuenta sobre su personaje.
Comedias con protagonistas optimistas, como Ted Lasso o Colegio Abbott, alejados del cinismo o la tragicomedia que han conquistado la televisión en los últimos años, han demostrado que cuentan con el favor del espectador actual. “No diría que se ha abusado del cinismo, pero sí que ha habido una fuerte influencia del cinismo y la comedia negra en la televisión. Como alguien que disfruta de la comedia cínica y oscura, creo que parte de la motivación para crear Colegio Abbott fue que estaba buscando más variedad en la televisión. Es una de las razones por las que la primera temporada de Ted Lasso caló tanto, era una comedia refrescante, divertida”.
A Colegio Abbott se la podría considerar como parte de la resistencia en la comedia televisiva actual, donde el formato clásico de la sitcom ha ido dejando paso a tramas con continuidad entre episodios y un poso amargo de fondo. “Creo que la comedia clásica había empezado a estar infravalorada, pero, en cambio, las plataformas están tratando de volver a ese camino porque hay mucho valor en la estructura de los tres actos clásicos. Fue gracioso porque cuando Friends triunfó en Netflix, la gente estaba sorprendida, ‘¡oh, dios, están viendo Friends!’. Pues claro, puedes poner un capítulo, pasártelo bien y ya está. Hay mucho valor en una serie que puedes poner mientras cenas y en la que entiendes todo lo que está ocurriendo con solo ver una escena. Mi sobrina de 16 años está redescubriendo la comedia clásica. Ahora ha descubierto El príncipe de Bel Air. Hay muchísimo valor en series así, tanto como en Juego de tronos o cosas superintensas. Lo importante, una vez más, es que haya variedad”.
La guionista menciona a los personajes de su serie como el motivo por el que la gente parece haber conectado tanto con ella. “Son personajes muy bien desarrollados. Los guionistas empezamos a trabajar en ellos desde un punto de vista muy humano. Primero era su humanidad y después el hecho de ser profesores. Y lo mismo para la historia, siempre tratamos de contar historias con las que cualquiera puede conectar. Todos hemos tenido profesores, es un material con el que te identificas de forma natural. Por último, es una serie que puedes ver solo y divertirte, pero también puedes ver con amigos, familia… Quería hacer una serie que la gente pudiera ver con toda la familia si quería, con la abuela, con los niños de ocho años… Eso era muy importante para mí”.
De internet a la televisión
En su primera serie como creadora, Quinta Brunson reconoce que lo que más le ha costado ha sido delegar parte del trabajo ante la imposibilidad de abarcarlo todo, algo que se ha acentuado en una segunda temporada con más episodios que la primera (22 frente a los 13 de la entrega inicial; en Disney+ están disponibles la primera temporada y, de momento, los 10 primeros episodios de la segunda). Llevar la batuta en una serie es algo nuevo para Brunson, quien se hizo conocida como creadora de memes en internet. Entre 2014 y 2018 trabajó en la web BuzzFeed, especializada en contenido viral, donde escribió, produjo y protagonizó vídeos cortos. ¿Cómo pasa alguien de crear memes a tener una serie de éxito en la cadena ABC, una de las principales emisoras en abierto estadounidenses? “Siempre había querido escribir para televisión, era mi meta. BuzzFeed o Instagram fueron plataformas para expresarme y mostrar mi trabajo. Pero siempre he querido escribir para televisión. Había estudiado el negocio televisivo para entender bien cómo funciona y cómo se hace una serie. Creo que eso hizo que fuera más sencilla la transición, porque es para lo que siempre me había estado preparando”, cuenta quien en 2022 recogió su primer Emmy por el guion de Colegio Abbott.
Brunson se suma a la cada vez más larga lista de mujeres guionistas que han revolucionado la comedia televisiva y en la que ya están nombres como los de Tina Fey, Phoebe Waller-Bridge, Sharon Horgan, Mindy Kaling, Rachel Bloom o Issa Rae. ¿Qué aporta la mirada de las mujeres a la comedia? “Creo que hace que nos aseguremos de que los personajes femeninos están bien pensados y bien trabajados, que no son personajes secundarios y planos. Ya hubo grandes series con mujeres al frente, The Mary Tyler Moore Show, Laverne and Shirley… Pero luego las cosas se desviaron. Ahora podemos ver la perspectiva de las mujeres de la nueva era”.
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