_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘Saltburn’: todos somos Oliver Quick

El último estreno de Amazon interpela a quienes se rinden fascinados a las existencias liofilizadas de la Preysler o los Pombo y les deja claro que sólo podrán acceder a esas vidas que no merecen pasando por encima de sus cadáveres

Jacob Elordi
El actor Jacob Elordi, en una escena de la película 'Saltburn'.MRC Film (ZUMAPRESS.com / Cordon Press)
Eva Güimil

El casting puede cambiar un guion, es una obviedad. Sigo dándole vueltas a ese Andreas de Un amor “menudo” y “rematadamente local” que acabó interpretando el nada menudo y mucho menos rematadamente local Hovik Keuchkerian. Dudo que la Nat de la novela hubiese actuado igual ante el atractivo gigantón armenio-libanés.

Durante la promoción de Saltburn, Jacob Elordi bromeó con Barry Keoghan sobre la posibilidad de que Timothée Chalamet hubiese sido el primer candidato para su papel. Con él habría sido otra película más de la categoría “un extraño llega a una familia y trastoca su vida”, un subgénero que lo mismo abarca Teorema que La mano que mece la cuna y cuyas variaciones son infinitas, pero con una constante: el extraño es canónicamente deseable. Sería comprensible que los Catton recibiesen a Chalamet con —parafraseando a Sofía Vergara, heroína de la semana— “los brazos abiertos y los pantalones abajo”, pero que lo hagan con un Keoghan que mantiene, digamos, una relación complicada con la belleza, es la gracia de una película que, por otra parte, no va más allá de un Retorno a Brideshead para fans de Euphoria.

A Oliver Quick no lo adorna ningún don, no es un seductor sofisticado, un Ripley o un Frank Abagnale, y su engaño es vago y fácilmente desmontable porque la intención de su creadora no era realizar una sátira sobre las clases sociales y menos ridiculizar a los Catton, con quienes comparte alcurnia, sino reflejar a ese espectador que como Quick se acercará a su película deslumbrado por las 127 habitaciones de Drayton House. El mismo que se rinde fascinado a los realities de millonarios y sigue con curiosidad de entomólogo las existencias liofilizadas de la Preysler o los Pombo. Lo que Emerald Fennell quiere dejarles claro es que sólo podrán acceder a esas vidas que no merecen pasando por encima de sus cadáveres.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Eva Güimil
Eva Güimil (Mieres, 1972) ha sido directora y guionista de diversos formatos de la televisión autonómica asturiana. Escribe sobre televisión en EL PAÍS y ha colaborado con las ediciones digitales de Icon y 'Vanity Fair'. Ha publicado la biografía de Mecano 'En tu fiesta me colé'.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_