Las plataformas suben sus precios. ¿Cuánto? ¿Por qué?
La inflación, el contenido o la nueva era del mercado del ‘streaming’ son algunos de los motivos que explican subidas de hasta el 150% en pocos años
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Cualquiera suscriptor de plataformas lo habrá notado: en los últimos meses, los servicios de pago han subido considerablemente sus precios. De hecho, en las últimas semanas tanto Apple TV+ como Disney+ cambiaron sus tarifas en España.
La comparativa de precios de cada plataforma cuando se lanzaron en España y sus precios actuales habla por sí misma (se confrontan precios mensuales, salvo cuando está indicado):
Netflix
Precios de lanzamiento (2015): Plan Básico: 7,99. Plan Estándar: 9,99 Plan Premium: 11,99
Precios hoy: Plan con anuncios: 5,49. Plan Estándar: 12,99. Plan Premium: 17,99
(El Plan Básico sin anuncios ha desaparecido para nuevos suscriptores).
Amazon Prime Video
Precio de lanzamiento (2016): 19,90 anual
Precio hoy: 4,99 al mes (49,90 anual)
Disney+
Precio de lanzamiento (2020): 6,99
Precios hoy: Con anuncios: 5,99. Plan Estándar: 8,99. Plan Premium: 11,99
HBO España/ Max
Precio de lanzamiento (2016): 7,99
Precio hoy: 9,99 (69,99 anual)
Apple TV+
Precio de lanzamiento (2019): 4,99
Precio hoy: 9,99
Movistar Lite/ Plus+
Precio de lanzamiento (2019): 8
Precio hoy: 14
Filmin:
Precio de lanzamiento (2010): 10
Precio hoy: 7,99
SkyShowtime:
Precio de lanzamiento (2022): 5,99
Precio hoy: 5,99
Atresplayer Premium:
Precio de lanzamiento (2019): 2,99
Precio hoy: Plan Individual: 4,99. Plan Familiar: 7,99
DAZN:
Precio de lanzamiento (2019): 4,99
Precio hoy: Plan Esencial: 29,99. Plan Total: 39,99
Si alguien quisiera contratar todas estas plataformas en su modalidad más cara (y más completa, por tanto), el precio mensual ascendería a 130,91 euros al mes (si no se incorporan usuarios extra en Netflix). Si se deja fuera DAZN, el precio total sería de 90,92 euros. Si sumamos el coste que tenían las mismas plataformas el año en el que cada una llegó a España, ese desembolso habría sido de 65,54 euros.
Mirando cada una por separado, también se ven grandes aumentos. Desde su llegada a España en 2019, Apple TV+ ha duplicado su precio. Amazon Prime Video aterrizó en 2016 y su coste para el usuario ha ascendido un 150% en la suscripción anual. Netflix ha subido su versión Premium un 50% y ha eliminado su versión más barata sin anuncios: o pagas más que antes o te suscribes al plan con anuncios. Y ha limitado la posibilidad de compartir cuenta con usuarios fuera del hogar, algo por lo que ahora hay que pagar 5,99 euros extra.
Disney+ ha subido un 71% (y también está planeando luchar contra las cuentas compartidas, aunque aún no ha explicado cómo ni qué opciones dará). HBO Max, que llegó como HBO España, ha aumentado un 25% su coste. Filmin mantiene sus precios, e incluso ha bajado respecto a la suscripción pionera en España en 2010, una tarifa plana de cine y series. SkyShowtime no ha tenido tiempo de subir precios y Atresplayer también los ha aumentado. DAZN, especializada en contenido deportivo, es la que más ha aumentado su precio con mucha diferencia.
Fenómeno global
España no es el único país que está experimentando estas subidas, es un fenómeno global. Según un estudio de la consultora Convergence Research Group que recogía Los Angeles Times, los precios de las 10 principales plataformas estadounidenses subieron un 10% de media en 2022 y otro 10% en lo que va de 2023, y se espera que sigan subiendo aún más el próximo año.
¿Qué está ocurriendo y por qué ahora? Hay varios motivos que explican estas subidas. Cuando Prime Video anunció su aumento de precio en 2022 lo justificó escudándose en la inflación. “Las razones de este cambio son debidas al incremento general y material en los niveles de gasto a causa del aumento de la inflación que afecta a los costes específicos del servicio Prime en España y se deben a circunstancias externas que no dependen de Amazon”, decían. Hay que recordar que Amazon Prime, que incluye Prime Video, también tiene más ventajas como envíos gratuitos en la compra de sus productos, Prime Music, Prime Reading, Twitch Prime...
Pero la inflación afecta también (y sobre todo) a los consumidores, de ahí que muchos ya se hayan dado de baja de algunas plataformas o estén siendo más cuidadosos a la hora de elegir a cuáles apuntarse.
Pero la inflación no es la única explicación. El streaming entró en una nueva fase el año pasado: dejó atrás la expansión y la búsqueda de crecimiento de suscriptores a toda costa para centrarse en sacar más rendimiento de sus clientes. El objetivo ahora para las plataformas es lograr beneficios y ser económicamente sostenibles. Eso explica movimientos de los últimos meses que antes habrían sido impensables, como la introducción de planes con publicidad o que HBO haya vendido los derechos de algunas de sus series a servicios de televisión por internet gratuitos con anuncios y que algunos de sus títulos más emblemáticos, como True Blood, A dos metros bajo tierra o Hermanos de sangre ahora también puedan verse en su principal competidora, Netflix.
Las plataformas se lanzaron con grandes ofertas (meses de prueba gratuitos, 50% de por vida en SkyShowtime y HBO Max…) y precios de derribo con la intención de captar usuarios y hacerlos prisioneros: si están en la plataforma y consigues hacerte imprescindible para ellos, los tienes ganados. El streaming era un mundo desconocido para los usuarios y por algún lado había que atraerlos. Por eso ese aluvión de producción constante y esa sensación de que es imposible irse porque te pierdes demasiado. Pero eso ha cambiado. Ahora, ni van a producir tal cantidad ni importa tanto el número de suscriptores si no se les saca rendimiento. Ahora sí son alguien y además, son muchos. “¿Y qué haces cuando controlas el mercado? Subes los precios”, explicaba un experto en el artículo de Los Angeles Times antes citado.
Por otra parte, es lógico que en breve se alcance un punto en el que las plataformas lleguen a su tope de crecimiento de usuarios. ¿Cómo pueden, entonces, lograr más dinero? Subiendo precios a los que ya pagan. En un reportaje sobre este tema en The Verge, un responsable de la consultora Erickson Strategy & Insights explica: “¿Hay un límite a partir del que se volverá demasiado caro y la gente simplemente dejará de suscribirse? Por supuesto. Pero creo que todavía estamos lejos de eso”. Algunos expertos también mencionan las mejoras que han conseguido guionistas y actores con sus respectivas huelgas como otro factor que influirá en mayores costes, que terminará repercutiendo en el precio que pagan los suscriptores.
Otro motivo al que se ligan esas subidas es la introducción de nuevos contenidos exclusivos. El aumento de Prime Video antes mencionado se produjo el 15 de septiembre de 2022, solo dos semanas después de que estrenaran la serie El señor de los anillos: Los anillos de poder, su serie más cara. El incremento de Apple TV+ ha llegado pocas semanas antes de que en su plataforma se puedan ver dos de las películas más esperadas de la temporada, los nuevos filmes de Martin Scorsese (Los asesinos de la luna) y de Ridley Scott (Napoleón), que se sumarán al catálogo de Apple TV+ poco después de su paso por el cine.
El contenido también explica las subidas de Atresplayer Premium, cada vez con más oferta exclusiva. Movistar Lite, que era el plan de Movistar para que los no clientes pudieran ver su tele, era más barato pero incluía menos contenido que el actual Movistar Plus+ para no clientes, con el que incluso se puede ver un partido y un estreno de cine a la semana. El caso de DAZN llegó con un abanico de competiciones que nada tiene que ver con lo que ofrece ahora. Hace escasos días, por ejemplo, anunció que ha comprado los derechos de la Fórmula 1 en España hasta 2026.
¿Hay forma de que estas subidas no afecten al bolsillo? Por un lado, los cálculos que hemos hecho son con los precios máximos por plataforma. Varias tienen ya opciones más baratas con anuncios (Netflix, Disney+, en breve Amazon), que permiten ahorrarse casi un 50%. Aunque las posibilidades que ofrecen técnicamente son más limitadas, la de Netflix ya ha mejorado la calidad de imagen considerablemente e incluso permite descargas para ver el contenido sin conexión. Tampoco hemos contado con los descuentos que a veces lanzan o las promociones con las que aterrizaron. En Estados Unidos también se puede aprovechar la contratación de paquetes de plataformas que pertenecen a la misma compañía, como Disney+, Hulu y ESPN+ o Paramount+ y Showtime. En España, lo más parecido sería la opción de contratar algunas plataformas a través de operadores de telefonía.
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