El retorno del Capitán Garfio

A finales de noviembre llegará a la gran pantalla la película The Fabelmans, en la que Steven Spielberg explora la relación entre sus padres, y cómo esta marcó su visión del cine. Pero antes, en 1991, dirigió Hook, que fue leída como una visión personal del paso de la infancia a la edad adulta. El guion, sin embargo, lo firman James V. Hart, Nick Castle, y Malia Scotch Marmo, plumas a las que debemos grandes clásicos del entretenimiento. La premisa es simple a la par que efectiva: Peter Banning es un yuppie que ha olvidado que un día fue el gran Peter Pan.

Cuando se estrenó Hook las colas daban la vuelta a la manzana, aunque era la época en la que la gente iba al cine como ahora va de compras. Entre 1991 y 2022, Hook ha sido denostada, olvidada, y recuperada por aquellos niños que la vieron en el estreno.

Una de las muchas virtudes de Hook es convertir a Garfio un frágil villano atrapado en una tierra en la que todos son niños, excepto él. Su némesis huyó de la infancia como todos: por un primer amor. Y Garfio busca venganza más allá de la segunda estrella a la derecha (directo hacia el amanecer). Garfio, en Hook, no supo crecer, pero tampoco ser un niño. El Síndrome de Peter Pan debería llamarse Síndrome del Capitán Garfio porque, ¿acaso no es uno de los grandes males de la población adulta del primer mundo el no conservar la ilusión pero tampoco ser capaces de vivir la madurez con un poco de dignidad?

Hook es una de esas obras que enseñan que se puede hablar de cosas importantes sin ser aburrido. No es el lanzamiento estrella de este otoño en Filmin, pero no duden en verla o recuperarla… Es una de esas películas que, además de ser para todas las edades, abren las puertas de otros mundos, ya sean los de James M. Barrie o los de nuestro propio Nunca Jamás.

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