Las 59 balas policiales que mataron a Alex Nieto

Desde 2015, los chilenos Catalina May y Martín Cruz practican periodismo narrativo en audio con Las raras (Adonde Media), un podcast documental centrado en América Latina que narra “historias de libertad con un diseño de sonido único”. Ella, procedente del periodismo escrito, y él del mundo del audiovisual, trabajando en documentales de divulgación científica, narran sobre grandes temas de la actualidad. Abordan las migraciones, la desigualdad social y el feminismo bien sea desde la intimidad de relatos muy personales o desde el punto de vista de la lucha colectiva.

La semana pasada recibieron uno de los Premios Ondas Globales del Podcast a mejor episodio por 59 balas. En esa entrega se centran en reconstruir la vida y muerte de Alex Nieto. Fue un estadounidense de origen mexicano asesinado en 2014 por la policía de su propia ciudad, San Francisco, después de que unos hombres blancos, recién llegados a su gentrificado barrio, lo encontraran sospechoso y llamaran al 911.

Pregunta. Las raras es una feliz unión de talentos.

Respuesta. (Catalina May). Fue la forma perfecta de unir nuestros dos mundos. No teníamos referentes en español. Estaba todo por hacer. En cuanto empezamos a publicar, nos dimos cuenta de que había una especie de vacío de este tipo de contenido. Con nuestro segundo episodio ya nos estaban llamando de Cuonda [comunidad de podcasts independientes], cuando ni siquiera sabíamos que había una comunidad internacional que se preocupara del podcast.

P. Uno de los grandes aciertos de este espacio es su selección de temas ¿Les resulta complicado ponerse de acuerdo sobre ello?

R. (Martín Cruz). Yo confío en ella cuando tiene la certeza de que detrás de un tema hay una historia interesante. Luego sopesamos si tiene potencial sonoro y factibilidad técnica antes de avanzar con ello. Por cuestión de recursos económicos, una vez que echamos a andar una historia tratamos de sacarla adelante. No podemos darnos el lujo de que la mitad de las historias no salgan.

P. Para ello cuentan también con una red de colaboradores. ¿Qué perfil han de tener?

R. (May) Es importante para nosotros tener colaboradores, principalmente por tener la posibilidad de contar historias de distintos países. Les acompañamos bien de cerca en el desarrollo del tema, tanto en lo editorial como en lo técnico. En general son periodistas, pero además necesitan saber trabajar el audio, que es la parte más complicada de encontrar. Es lo que marca la diferencia. Cuando la historia merece la pena, enviamos a un periodista con un sonidista.

(Cruz) Nos ha pasado varias veces que nos han ofrecido historias excelentes, pero en términos de ejecución vemos que no son posibles porque la persona no tiene el equipo de grabación o los conocimientos adecuados.

P. Porque la otra gran fortaleza de Las raras es el sonido.

R. (Cruz) Cuidar el sonido es algo que nos ha ayudado a destacar. Veo que en la industria sigue habiendo mucha precariedad en términos de ejecución técnica. Abundan muchos formatos conversacionales, de dos personas grabando en un living con un micrófono que se consiguieron por ahí. El nivel de producción te coloca en otro lugar y ya hay ciertas plataformas y productoras que están apostando por eso, para destacar en este mar de proyectos que se está haciendo gigante.

(May) Martín ha sido siempre muy enfático al recordar que el sonido es la esencia del podcast, lo que lo sostiene. Además de ser un recurso técnico, también es un recurso narrativo y estético. Es la forma de aprovechar todas las posibilidades del medio. Es como redundante y es como una locura pensar que no se haga.

P. ¿Cómo se gestionan las melodías que luego suenan?

R. (Cruz) En general, hacemos una librería de música para la temporada. Cada temporada, nos reunimos con el músico Andrés Nusser y pensamos en términos de instrumentación, estilos, variedad. Al principio es todo subjetivo, porque las historias todavía no han llegado. Esta última temporada, hicimos matrices rítmicas, separando los temas por familias, según su tempo y su métrica, lo que me permite combinar temas y experimentar con ellos.

P. ¿Cómo surgió la oportunidad de narrar 59 balas?

R. (May) Nosotros ya habíamos colaborado con Dennis Maxwell, que es el productor invitado de esta historia. Estábamos en plena pandemia, encerrados en Santiago de Chile y con cero posibilidades de salir a reportear fuera. Para esta quinta temporada tuvimos que recurrir a los colaboradores con los que ya habíamos trabajado o teníamos ganas de trabajar en otros países. En esta búsqueda de temas, estábamos en pleno movimiento Black Lives Matter y justo hubo asesinatos de latinos en el área de San Francisco, donde vive Dennis.

(Cruz) Él ya nos había propuesto este tema un par de años antes, pero nos resultaba una historia tensa y compleja. En su momento no le vimos el ángulo.

(May) Pero entonces llegó ese contexto y dejó de ser una historia antigua para convertirse en una historia icónica que nos habla de un tema muy contingente, que era la brutalidad policial y el racismo sistémico en Estados Unidos contra la comunidad inmigrante.

P. ¿Qué fue lo más complicado a la hora de sacar adelante este relato?

R. (May) Fue un tema que necesitó mucho trabajo, para conseguir los archivos judiciales y los audios de la policía el día que ocurrió el asesinato [tanto la llamada que alerta sobre Alex como las comunicaciones de los agentes con los operadores que les transmiten el mensaje], que era algo muy importante para la narración. Y también costó que el padre de Alex quisiera participar, hacerle entender por qué era importante contar esta historia cuando habían pasado tantos años. Cuando ya tuvimos todo el material, escribimos el guion y la parte más interesante para mí es el diseño del sonido, que nos permite entender los diferentes puntos de vista de la historia. No solo estamos contando su relato, sino la lucha por la justicia y por la memoria de su comunidad. Los 59 balazos llegan en el minuto 15 del episodio. Tuvimos el debate de si hacerlos sonar o no; si era sensacionalista o fundamental para la historia. Concluimos que era importante entender lo fuerte que es que a alguien le disparen 59 balas. Lo colocamos tan tarde porque, si alguien llegó a ese momento, estaba ya preparado para afrontarlo.

P. Las raras no está pensado para escuchar mientras viajas de casa al trabajo en coche o transporte público…

R. (Cruz) Se puede, pero no es ideal. Nuestro oyente es alguien que se sienta, se pone los audífonos y se toma esos 25 o 30 minutos que nosotros le pedimos. La escucha tiene que ser atenta, no puede ser casual o de fondo, porque se pierde buena parte del trabajo que hay detrás. Cada palabra, cada sonido están elegidos, y conducen a una experiencia mucho más completa. Aun así, cuando mezclo el sonido, tengo en cuenta todas las posibilidades de escucha, porque sé que eso va a ocurrir, que alguien lo escuche en el auto o sin audífonos.

P. ¿Qué supuso la llegada de Adonde Media como colaborador?

R. (Cruz) Ha sido un aliado muy importante, que nos ha permitido trabajar con gente que está en nuestra misma sintonía (en lo editorial, en la ética del trabajo), que es algo que por lo general es difícil.

(May) Y nos ha permitido ser parte de un equipo; dejar de ser nosotros dos solos ante el mundo (ríe). Incluso cuando llegamos a una alianza con Spotify para la sexta temporada, Adonde Media nos ayudó en todo el asunto de firmas de contratos y abogados y toda la parte complicada de entenderse con estos gigantes de la industria.

P. ¿Llegará el momento en que Las raras tenga nuevas vidas en otros medios?

( May) Sí creo que va a ocurrir. Hemos tenido distintas oportunidades y tendremos otras distintas. Pero no hemos sentido la urgencia todavía, porque es un mundo muy complejo con propiedad intelectual y derechos de derivados…

(Cruz) Y hay que tener mucha confianza con quien le entreguemos la posibilidad de adaptar en imagen nuestro producto, que ya tiene su identidad propia en audio.

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