Evan Rachel Wood resurge tras denunciar a Marilyn Manson por agresión

Durante más de cuatro años, justo después de cumplir a mayoría de edad, la actriz Evan Rachel Wood (Estados Unidos, 34 años), mantuvo una relación con un hombre que le doblaba la edad, el cantante Marilyn Manson. Tiempo después ella confesó que durante su convivencia juntos, entre 2006 y 2010, sufrió abusos de todo tipo por parte de él, llegando incluso a la tortura física y mental, encerrada en una mansión de Los Ángeles, atada y sin comida durante días. Renacer de las cenizas, documental dividido en dos entregas, relata de forma exhaustiva su viaje desde el mundo de la interpretación al del activismo contra la violencia doméstica. Cuando ella estuvo preparada para denunciar, descubrió que era demasiado tarde. La ley californiana solo permitía a las víctimas hacerlo en los tres años posteriores a las agresiones, lo que la actriz, con estadísticas en la mano, consideraba insuficiente. Así que decidió cambiar la ley y lo consiguió.

A pesar de que Wood lleva años haciendo públicas esta luchas y sus acusaciones contra Manson, el cantante decidió denunciar por difamación a principios de este mes de marzo, muy pocos días antes de que HBO Max estrenara esta producción en los casi 50 países en los que está presente. Su directora, Amy Berg (Estados Unidos, 51 años), asegura que ni ella, ni la plataforma, ni la protagonista del relato consideraron “ni por un solo momento” frenar la emisión porque el testimonio de Wood “está cargado de pruebas”, cuenta la veterana documentalista al otro lado de la pantalla desde su casa de Los Ángeles, durante una conversación por Zoom.

Evan Rachel Wood, la protagonista de la serie Westworld (HBO Max), se convirtió en una estrella del cine siendo una adolescente, con Thirteen (2003) y Recortes de mi vida (2013), dos películas independientes que no temían abordar asuntos sórdidos. Esos papeles llenaron a la actriz de etiquetas. Muchas de ellas estaban relacionadas con una sexualidad precoz que no se correspondía con la realidad. Poco después se encontró en una fiesta a Brian Warner, conocido como Marilyn Manson.

Berg tenía mucha curiosidad en este camino en favor de las víctimas de abuso que estaba iniciando la actriz y empezó a seguir sus pasos durante algunos años “sin un plan concreto en mente”, recuerda. Decidió que en su historia había un documental cuando la actriz logró cambiar la ley californiana, ampliando el derecho de denuncia de las víctimas a cinco años. Ese día, su testimonio personal en el Congreso estadounidense fue escuchado de forma masiva y varias mujeres se atrevieron también a alzar la voz contra el cantante. Otro momento clave en este largo proceso personal de Wood fue cuando Dan Cleary, uno de los músicos que acompañaba a Manson en sus giras, publicó en septiembre de 2020 varios mensajes en Twitter refutando la versión de los hechos del cantante.

El camino hacia el cambio

Mientras que el primero de los episodios busca dar un contexto, repasando los detalles de la infancia y adolescencia de su protagonista y su llegada al activismo, el segundo de ellos se centra en las consecuencias de hacer pública su experiencia personal. Uno de los aspectos que convergen en ambas entregas es el enorme cambio experimentado en Estados Unidos tras el movimiento #MeToo del año 2017. En el exhaustivo relato de Wood, recuerda el vídeo musical de Marilyn Manson en el que ella participó en 2007. Se titula Heart-Shaped Glasses, en clara referencia a las gafas con forma de corazón de la Lolita cinematográfica de Stanley Kubrick. La actriz denuncia que fue violada delante de todo un equipo de rodaje sin que nadie hiciera nada al respecto. El músico decidió cambiar sobre la marcha los términos acordados con ella y comenzó a practicar sexo real en vez de fingido ante la cámara sin que su pareja, que en ese instante era una adolescente borracha y drogada, estuviera en condiciones para evitarlo. A pesar de las declaraciones de la intérprete, la grabación sigue colgada en plataformas de vídeo como YouTube.

“En muchos de los abusos que aparecen en mis documentales, la mayoría de los agresores sufrieron a su vez abusos en el pasado”, explica Berg, candidata al Oscar por Líbranos del mal (2006), sobre las agresiones sexuales de un sacerdote católico estadounidense a decenas de niños. “Es muy difícil pensar que casos como el que cuenta Evan Rachel Wood son solo hechos aislados, que no forman parte de una cultura. Es un comportamiento sistemático que la sociedad ha tolerado durante siglos”, argumenta. Pero, a pesar de los avances del movimiento #MeToo, sigue habiendo un camino por recorrer. Berg explica que no pudo incluir en Renacer de las cenizas canciones de otros músicos que comparten discográfica con Manson, porque la compañía, en un intento de proteger a su artista a pesar de las acusaciones masivas que ha recibido, se negó a vender los pertinentes derechos a esta producción de HBO Max. Tras la emisión del documental, tanto ella como Wood han recibido acoso en redes sociales por parte “de una comunidad muy pequeña de gente que es muy persistente y que intenta una y otra vez desacreditar a la víctima”, comenta la directora. “Por otro lado, la cantidad de apoyo que ella ha recibido desde que se estrenó el primer capítulo ha sido enorme”, concluye.

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