La policía busca pruebas en la casa de Marilyn Manson, acusado de abuso sexual y violencia machista
Las autoridades de Los Ángeles se han incautado de discos duros y otros objetos en la residencia del músico en la zona de Hollywood
La policía de Los Ángeles entró la mañana del lunes a la casa de Marilyn Manson en busca de pruebas en el caso que se sigue contra el músico por abuso sexual y violencia machista (en Estados Unidos la figura legal es domestic violence, que se traduce literalmente como violencia doméstica, que sin embargo representa otro tipo de delito en España). Las autoridades cumplieron con una orden de cateo para ingresar a la residencia del artista, en la zona de Hollywood. Manson, cuyo nombre real es Brian Warner, no se encontraba en el lugar, informaron el martes integrantes de la oficina del sheriff del condado. Tras la revisión, las autoridades abandonaron la propiedad con discos duros, ha informado la agencia Associated Press.
Manson, de 52 años, es investigado desde mediados de febrero, cuando se hizo público que una mujer, que se ha mantenido en el anonimato hasta el momento, lo acusó de abuso sexual y violencia machista. Estos incidentes sucedieron supuestamente entre 2009 y 2011 en el apartamento del artista en la zona de West Hollywood, una propiedad distinta a la que fue rastreada la mañana del martes. La oficina especializada en atención a víctimas del departamento de sheriff de Los Ángeles lleva meses investigando el caso, solo uno entre los cuatro que enfrenta el artista.
Esta acusación fue precedida por el testimonio público de Evan Rachel Wood, quien fue novia desde 2007 y hasta 2010 del intérprete de The Beautiful People. Ella tenía 19 años y él, 38. Wood dijo, también en febrero, en una publicación de Instagram que había sido víctima de una relación abusiva en la que le “lavaron el cerebro y manipularon hasta la sumisión”. “Se acabó el miedo a la venganza, a la calumnia o al chantaje. Esto es para exponer a este peligroso hombre y hacer un llamamiento a las muchas industrias que lo han acogido, antes de que arruine más vidas”, escribió la protagonista de Westworld, la serie de HBO. Después del mensaje, Loma Vista Recordings, la discográfica de Manson, informó en un comunicado que terminaban la relación laboral con el músico y que dejaría de promover su obra. Manson calificó las palabras de su ex como una “horrible distorsión de la realidad”. También ha negado, a través de abogados, otras acusaciones.
La actriz Esmé Bianco, quien fue Ros en Juego de Tronos, acudió en abril a un tribunal federal para presentar una denuncia en contra de Warner, a quien acusó de abuso sexual, físico y emocional por traerla en 2009 desde Inglaterra, de donde es originaria, a Estados Unidos para protagonizar el vídeo musical de I Want To Kill You Like They Do in the Movies, un tema del disco High End Low. La promesa fue falsa, clama Bianco, quien asegura haber sido encerrada en una habitación durante cuatro días donde fue golpeada con un látigo y recibió descargas eléctricas.
La demanda aclara que después de esto ambos iniciaron una relación a distancia entre ambos. En 2011, Manson invitó nuevamente al país a Bianco para protagonizar Phantasmagoria, una cinta que iba a dirigir y que no se concretó. La actriz asegura que en esa visita el músico la cortó con un cuchillo nazi que forma parte de la colección de objetos de la Segunda Guerra Mundial de Warner. También la persiguió por el apartamento con un hacha. “Tomó varios años a la señora Bianco entender hasta qué punto había sido víctima del abuso físico, psicológico, sexual y emocional del señor Warner. Su carrera sufrió por el deterioro de su salud mental”, informa el texto.
El abogado de Manson, Howard King, aseguró que probarán en los tribunales que este testimonio es falso. “Esta demanda fue presentada solamente porque mi cliente se negó a ceder ante Bianco y su abogado, quienes reclamaban una escandalosa cantidad de dinero basándose en hechos que nunca ocurrieron”.
Ashley Morgan Smithline es otra de las denunciantes. La modelo asegura en una entrevista con el diario Los Angeles Times que fue traída desde Tailandia con la promesa de interpretar otro papel para Manson. El músico, dice, la ató y penetró sin su consentimiento. En otra ocasión la cortó con un cuchillo en el hombro y dibujó las letras MM en uno de sus muslos. Esta narrativa también ha sido disputada públicamente por Warner en junio, quien aseguró que la relación con Smithline duró menos de una semana en 2010 y que los dichos contienen “tantas falsedades que no sabría por dónde comenzar”.
Un juez decidió en mayo desechar una de las demandas en contra de Manson por considerar que el supuesto delito, cometido en 2011, había prescrito. La mayoría de señalamientos contra el músico datan del periodo entre 2009 y 2011, lo que ha servido a los abogados del músico para afirmar que todo se debe a un plan orquestado de ataque en contra de su cliente.
Warner, originario del Estado de Ohio, irrumpió en el mundo de la música a mediados de los años 90 con Portrait of an American Family. Su personaje fue fabricado para escandalizar, pero se convirtió en una figura atractiva para una audiencia que lo consideró un reclamo de expresión que chocaba violentamente con el conservadurismo de la época. La gran fama le llegó en 1996 con su disco Antichrist Superstar y posteriormente con Mechanical Animals, que lo convirtió en un fenómeno en todo el mundo.
Estas acusaciones refuerzan algo que siempre ha sido difícil de distinguir, los límites entre Brian Warner y su personaje, que suele describir en sus canciones violentas imágenes contra las mujeres. En The Long Hard Road Out of Hell, su memoria publicada en 1998 junto al periodista Neil Strauss, el artista afirmó haber escupido e intentando ahorcar a su madre cuando era adolescente. También describió cómo cubrió de carne a una fan sorda para orinarle encima en un estudio de grabación. Ese mismo año, el director de la revista Spin lo demandó después de que los guardaespaldas del artista lo golpearan. Manson estaba molesto de que no le habían ofrecido la portada de un número que estaba por publicarse. El periodista y Warner llegaron a un acuerdo económico y evitaron un juicio. Ahora serán las cortes las que deberán arrojar algo de luz a la leyenda de Marilyn Manson.
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