‘La maravillosa señora Maisel’ tiene ganas de venganza
La serie, ganadora de 20 premios Emmy con sus primeras tres temporadas, vuelve tras más de dos años de ausencia
El espectador de La maravillosa señora Maisel probablemente ya no recuerda en qué punto se quedaron las aventuras y desventuras de esta monologuista y ama de casa en la Nueva York de los años cincuenta. Para refrescar la memoria —el lector que no quiera detalles sobre el final de la anterior temporada puede saltar al siguiente párrafo—, Midge Maisel (Rachel Brosnahan) se llevó el primer gran desengaño de su carrera en el mundo del espectáculo cuando, justo antes de embarcar en un avión rumbo a una gran gira internacional, el artista del que iba a ser telonera decidió prescindir de ella por unos chistes personales que no le hicieron mucha gracia. Midge y su representante y amiga Susie (Alex Borstein) se quedaban compuestas y sin trabajo.
Han pasado más de dos años (y una pandemia) desde que Amazon Prime Video estrenó la tercera temporada de la comedia que ya acumula 20 premios Emmy. Este viernes 18 de febrero llegan nuevos episodios, a razón de dos por semana, y sus responsables son conscientes de que muchos espectadores no recordarán en qué punto se quedó la trama. “Nuestra sugerencia es que la gente vea al menos el último episodio de la tercera temporada. Si no, es posible que empiecen y se queden como ‘¿qué?, ¿qué ha pasado?, ¿dónde nos quedamos?’. Lo bueno es que en la plataforma pueden volver al final de la tercera temporada y refrescar la memoria”, propone el productor Daniel Palladino.
Los nuevos capítulos muestran a una señora Maisel más reivindicativa, con ganas de venganza y de volar en libertad. Amy Sherman-Palladino, creadora de la serie, explica la nueva actitud de la protagonista: “Cuando [Midge Maisel] se ve abandonada en la pista de despegue y entiende que la relación que pensaba que tenía con Shy [el músico del que iba a ser telonera] no era como creía, abre los ojos a la realidad del mundo del espectáculo, que no es un mundo de amigos. Y por primera vez va a tener voz y voto en la dirección de su carrera, que puede ser acertada o equivocada, pero quiere estar a cargo y hacerlo a su forma. Estará empujada más por la ira y la venganza que por ese sentimiento de ‘a ver qué pasa’ de las temporadas anteriores”.
Su marido, Daniel Palladino, añade: “Un desengaño así puede llevar a una persona a abandonar porque le parece demasiado humillante, o bien puede llenarla de energía y furia revitalizante. Ella optará por esta segunda opción. Está llena de ira por cómo la han tratado, y cree que las cosas han ido mal porque intentó comportarse de una manera convencional. Ahora tendrá más confianza en sí misma, a veces incluso de una forma temeraria”.
En los dos años que han transcurrido entre las temporadas una serie como La maravillosa señora Maisel, con un diseño de producción cuidado al detalle, se ha visto afectada muy especialmente por la pandemia de covid. “No hemos podido viajar como hicimos en otros años, no pudimos expandir nuestro mundo, y tuvimos que construir muchas más cosas que otras veces. Este año, Bill Groom, nuestro jefe de diseño de producción, ha sido nuestro héroe. Ha construido decorados que son absolutamente increíbles, parece imposible que no sean edificios reales”, dice Sherman-Palladino. “Para nosotros era muy importante que la gente no viera esta temporada y pensara ‘ah, claro, la pandemia, no han podido hacer la misma serie que antes, se nota que es más pequeña’. Teníamos que hacer el gran show que la audiencia espera”, añade Daniel Palladino en la conversación telefónica con EL PAÍS. Para ello, exprimieron las posibilidades que ofrece la ciudad de Nueva York: “Nueva York no es un mal lugar en el que estar. Hemos grabado en localizaciones de toda la ciudad y de todos los barrios. Con todas las precauciones para mantenernos seguros, hemos conseguido seguir adelante, solo que hemos tenido que respirar con mascarillas durante siete meses”.
Amy Sherman-Palladino ya había manifestado en reiteradas ocasiones su preferencia por la emisión semanal de sus series, como ocurrió con las siete temporadas de su otra creación más conocida, Las chicas Gilmore. “Siempre hemos cuestionado el consumo en maratón [del tirón] en nuestra serie en particular. No es algo que a nosotros nos guste hacer, me gusta ver un capítulo y tener tiempo para pensar sobre él. Siempre he animado a la gente a no ver nuestra serie en maratón, es demasiado densa”, dice la guionista. Así que cuando Amazon Prime Video les propuso emitir la temporada con dos capítulos cada semana respaldó totalmente la idea. “Sé que hay gente a la que le gusta verla de una vez, pero me parece que se van a perder cosas. Después de un rato tu cerebro ya está sobrecargado y tienes que ir al baño, tienes que comer un sándwich… ¡tienes que vivir entre medias! Mis series favoritas son series que no he visto del tirón”.
Hace tres años, Amazon Prime Video anunciaba un acuerdo con el matrimonio Amy Sherman-Palladino y Daniel Palladino en el que hacían referencia a futuras entregas de La maravillosa señora Maisel y nuevas series creadas por la pareja. Pero cuando se les pregunta por nuevos proyectos, al otro lado del teléfono se escuchan solo risas y respuestas evasivas. “Siempre estamos pensando, ya sabes. Siempre hay algo flotando en el aire”, dice Sherman-Palladino sin entrar en detalles. Preguntados por si ya estaban pensando en el final de la serie, la pareja de creadores aseguraban a EL PAÍS el pasado 25 de enero que habían estado hablando sobre ello: “De ninguna forma queremos alargarnos demasiado, queremos terminar la historia de una forma satisfactoria”, decía Amy Sherman-Palladino. Este jueves, Amazon Prime Video anunció la renovación de la serie por una quinta y última temporada. De esta manera, la guionista podrá poner fin a su creación en sus propios términos, evitando lo que ocurrió con Las chicas Gilmore, que terminó en manos ajenas después de que su creadora abandonara el barco —años más tarde, el renacer que le ofreció Netflix con cuatro capítulos extra dio la oportunidad a Sherman-Palladino de resarcirse con su propio final—.
Aunque no adelanten detalles sobre los proyectos en los que están trabajando, una mirada al recorrido televisivo de este matrimonio de creadores y productores deja adivinar que lo más probable es que la protagonista de su nueva historia sea una mujer. “En esta serie, el viaje de una mujer por la comedia de los años cincuenta y primeros sesenta, que era algo tan raro como un unicornio, me parece que ofrecía más oportunidades para la diversión y el conflicto, y las faldas. Porque francamente, soy una fan enorme de las faldas”, dice Amy Sherman-Palladino, haciendo gala de un humor y una velocidad de habla equiparable a la de sus personajes. “Me encantan los personajes femeninos. Me gusta su complejidad. Al fin y al cabo, empecé en Roseanne [exitosa serie de los noventa, que se reanudó en 2017], siempre he sentido una atracción por bucear ahí. Ya sabes, las mujeres tienen mucho que decir”, remata.
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