Aquellos ERE
Hasta en RTVE se apuesta por convertir el oficio en ‘hobby’. No entiendo que no sea un absoluto escándalo que haya colaboradores que no cobren en Radio 3 o Radio Nacional
Con la marcha paulatina de una generación de periodistas (casi todos ellos de buena familia y de casas en las que la cultura y los contactos venían regalados) marcha la posibilidad de que exista una buena programación y por tanto una cultura accesible para quienes la tienen lejos. ¿Saben por qué se marcha? No es por el signo de los tiempos, no. Es porque hasta en RTVE se apuesta por convertir el oficio en hobby. No entiendo que no sea un absoluto escándalo que haya colaboradores que no cobren en Radio 3 o Radio Nacional. No entiendo que se asuma que una persona con un programa semanal no llegue a los 500 euros brutos. No concibo que se busquen colaboradores a los que se les pague solo el taxi y que se haga como una deferencia. Y no concibo que haya quien lo acepte por “visibilidad”. Si trabajas por visibilidad en la radio pública, ¿dónde pretendes hacerlo cobrando? Mal está que lo haga una empresa privada, que es una cuestión de ética o de cara dura. Que lo haga una emisora pública es inadmisible.
¿Qué medios de comunicación de calidad pretendemos tener si los trabajadores lo son en sus ratos libres? Somos trabajadores precarios y tendremos hijos precarios, pero además mentalmente seremos vegetales, y no habrá gigantes a cuyos hombros podamos subir. No es solo el colaborador que no cobra, sino también el estudiante que no puede acceder a un trabajo si no paga un máster, es decir, si no paga por trabajar. Y que quienes admiten esto hagan chistes sobre lo malos que son los empresarios del Ibex 35 me parece una desfachatez, además de un insulto a la inteligencia.
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