Familia, corrupción y mafias
Si la familia es lo primero, el interés de la trama en la serie ‘Zona fronteriza’ también lo es y por encima de la estereotipada y civilizada sociedad noruega

Zona fronteriza (Netflix) es una respetable muestra de ese filón que las televisiones nórdicas han descubierto con las historias noir. Si en la literatura los estadounidenses se convirtieron en los maestros del género y los franceses en sus grandes divulgadores, los nórdicos, Noruega en este caso, lo han rentabilizado audiovisualmente.
La trama de la serie encaja con la excelente Your Honor: la familia está por encima de cualquier principio moral. Nikolai Andreassen, un inspector de Oslo, vuelve a su pueblo unos días. Había denunciado por asesinato a un compañero de la capital. En el pueblo, fronterizo con Suecia, investiga un presunto suicidio en el que está involucrado su hermano. Es el principio del fin de sus convicciones profesionales y de esta forma quien se había distinguido por ser un adalid en la lucha contra la corrupción, se enfangará en ella. Policías corruptos, mafias, drogas... si la familia es lo primero, el interés de la trama también lo es y por encima de la estereotipada y civilizada sociedad noruega.
También Netflix presenta la segunda temporada de Hache, una historia de violencia y bandas que trafican con heroína en la Barcelona de los años sesenta del pasado siglo. Adriana Ugarte es Helena, una antigua prostituta que alcanza la cima de los traficantes tras deshacerse de su tutor, Malpica. Una Barcelona noir quizá en un escalón más alto que en el que habitualmente se movía el estupendo Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán o el Miguel, El Dientes, de Andreu Martín.
Naturalmente a toda líder traficante corresponde un contumaz policía, en este caso Eduardo Noriega, del que se puede afirmar que es el gran ejemplo del “distanciamiento” brechtiano: cada vez que sale en la pantalla, el espectador se aleja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
Loquillo presume de leyenda en el Roig Arena con un electrizante ‘show’
Un ataque masivo ruso deja sin electricidad un tercio de Kiev en vísperas de la reunión entre Trump y Zelenski
El Govern abrirá cuatro oficinas de atención ciudadana en 2026 y otras cinco móviles
El temporal sigue activo en Cataluña y pone al límite el caudal de los ríos en Girona
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- El PP de Ayuso veta la comisión de investigación que pidió Más Madrid para el hospital de Torrejón































































