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En ‘Territorio Lovecraft’, el racismo da más miedo que los monstruos

La serie de HBO combina terror, drama y aventuras con criaturas fantásticas mientras pone el foco en temas sociales

Courtney B. Vance, Jonathan Majors y Jurnee Smollett-Bell, en 'Territorio Lovecraft'.
Natalia Marcos

Es complicado describir Territorio Lovecraft. Ya el punto de partida de esta serie es singular. Atticus Freeman (Jonathan Majors), un veterano de la guerra de Corea, vuelve a su Chicago natal cuando se entera de que su padre (Michael Kenneth Williams) ha desaparecido. Junto a su tío George (Courtney B. Vance) y su amiga Letitia (Jurnee Smollett-Bell) comienza un viaje en su búsqueda a través de la Nueva Inglaterra de los años cincuenta. En su recorrido se cruzarán con dos tipos de peligros: monstruos que parecen haberse escapado de las historias del escritor H.P. Lovecraft y un peligro mayor si cabe, el que siembra el racismo imperante en la época. Una orden secreta de brujos se sumará como un nuevo peligro en esta peculiar aventura con tintes pulp.

Misha Green, la máxima responsable de la serie, también encuentra dificultades para definir esta provocativa y poco convencional propuesta que califica como un drama familiar que involucra otros géneros, desde las aventuras hasta el terror, la ciencia ficción o el misterio. “Pero al final se trata de un drama sobre esta familia intentando reunirse para afrontar la vergüenza y sus propios secretos”, dice la escritora y productora estadounidense de 35 años sobre la serie, cuyo primer capítulo estrena este lunes HBO España.

Mujer y afroamericana, Green es una rara avis adentrándose en géneros en los que ellas no suelen estar al mando. En su recorrido, que incluye el trabajo como guionista en producciones como Héroes, Hijos de la anarquía o Helix antes de que en 2016 se pusiera al frente de su primera serie como creadora, el drama histórico Underground, en el que ya abordaba el tema del racismo, ha vivido las complicaciones de hacerse hueco en determinados territorios. “Claro que he encontrado muchas dificultades en mi carrera por ser mujer y negra. Es muy difícil querer contar historias que se salgan del mundo de los hombres blancos. Cada vez que lo intentas, algo te obliga a retroceder. No creo que el terror sea un campo con más prejuicios en este sentido, pero sí que cada vez que, como mujer, intentas contar una historia en un campo dominado por hombres, es muy complicado”, rememora en conversación telefónica.

Misha Green, durante el rodaje de 'Territorio Lovecraft'.
Misha Green, durante el rodaje de 'Territorio Lovecraft'.

Con el estreno de Territorio Lovecraft, tres años después de que el proyecto se pusiera en marcha, se cierra el círculo en torno a una historia que se basa en la novela homónima de Matt Ruff (editada en España por Destino) y que el escritor había concebido originalmente como serie de televisión. Green ha tomado como punto de partida el libro para, a su vez, reinterpretarlo. Eso sí, manteniendo la idea de que el horror que proviene de los humanos es más terrorífico que el de los monstruos. “En el primer capítulo, cuando dejan Chicago, te das cuenta de que no hay nada que de más miedo que los incidentes de la vida real y la gente que se encuentran. Casi sientes alivio cuando aparecen los monstruos”, adelanta la guionista.

Y en medio de todo eso, Lovecraft. Porque una de las propuestas más atrevidas tanto del libro como de la serie es tomar los monstruos creados por un supremacista blanco como H. P. Lovecraft y darles la vuelta en una historia en la que los protagonistas son negros. “Estaba familiarizada con la obra de Lovecraft, había leído algunas de sus historias y sabía que era racista. Lo que me intrigó del libro fue la idea de reclamar espacios de géneros que no son típicamente para gente negra y dárselos a los negros. No tengo ningún problema con Lovecraft porque él creó su material, pero eso no significa que nosotros estemos de acuerdo con sus puntos de vista sobre el mundo. Lo que estamos haciendo es tomar esas visiones del mundo y reestructurarlas a como debería ser el mundo”, argumenta Green.

Jonathan Majors y Jurnee Smollett-Bell, en 'Territorio Lovecraft'.
Jonathan Majors y Jurnee Smollett-Bell, en 'Territorio Lovecraft'.

La serie, producida por J. J. Abrams y Jordan Peele, sigue los pasos de la película Déjame salir en el uso del terror para reflexionar sobre el racismo. Al fin y al cabo, asegura Green, la ansiedad que se experimenta en una historia de terror al saber que tu vida puede terminar en cualquier momento es algo que muchos negros han experimentado en su vida real. Territorio Lovecraft llega en un momento en el que el movimiento Black Lives Matter ha cobrado especial fuerza. “No creo que el momento actual le haya dado a la serie una nueva dimensión, porque creo que esta situación viene de mucho tiempo atrás, aunque ahora mucha más gente ha sido consciente del movimiento Black Lives Matter. Lo que sí me parece que será interesante es ver la interacción y las conexiones de la serie con el público en este momento”, dice la guionista y productora.

Además de Lovecraft, las referencias son múltiples en una serie en la que cada capítulo tiene su propia temática, desde una historia de fantasmas en una casa embrujada con Poltergeist y La morada del miedo en el recuerdo, hasta aventuras al estilo Indiana Jones y Los Goonies, pasando por El resplandor o Eyes Wide Shut. “Nos hemos vuelto locos con las referencias. Cada vez pensábamos cómo podíamos retorcer esos géneros con los que estamos tan familiarizados para traerlos a nuestro territorio. Seguro que los fans de esos géneros encontrarán los guiños que hemos escondido en la serie”, concluye Green.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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