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Cómo devolver la normalidad a la televisión tras la crisis del coronavirus

Las estrictas medidas de seguridad y sanidad marcarán y ralentizarán las emisiones y grabaciones de programas y series, que pueden volver a partir del 11 de mayo

Pablo Motos y Florentino Fernández, en 'El hormiguero'.
Pablo Motos y Florentino Fernández, en 'El hormiguero'.
Álvaro P. Ruiz de Elvira

La televisión como la hemos conocido en la última década tardará en volver. La situación mundial provocada por la pandemia del coronavirus ha sacudido el sector audiovisual de formas insospechadas. No ya solo en el ámbito económico, también en el modo de trabajar y en lo que se expone a la audiencia. Durante el primer mes y medio de confinamiento, ha sido habitual ver en la televisión programas hechos con los protagonistas en sus casas, con imágenes y sonido de calidad dudosa, pero al pie del cañón. Y reposiciones de concursos (¿dará tiempo a volver a ver a Los Lobos a ganar ¡Boom!?) y programas de entretenimiento. Algunas series y espacios han aguantado con entregas que estaban ya grabadas, pero el fondo de armario se agota. Cadenas y productoras vuelven ahora, o lo harán a partir del 11 de mayo, a arrancar para lograr una normalidad que será diferente. ¿Cómo se va a hacer la televisión los próximos meses?

En Atresmedia, el retorno de los programas en directo, sin contar los informativos, comenzó con El hormiguero, que tras una semana de parón en marzo, volvió con Pablo Motos en el estudio y los invitados por vía telemática. Desde el lunes pasado, Zapeando en La Sexta dejó de emitir antiguas entregas y su presentador y colaboradores volvieron, sin público, frente a las cámaras. Eso sí, sin posibilidad de contar con los departamentos de maquillaje y vestuario. El lunes 4 ocurrirá lo mismo con El intermedio, que hasta ahora ha sido realizado desde las casas de sus presentadores. “En estos casos, o en el de Pasapalabra [en su vuelta a Antena 3], que lleva ya varios días de grabación, se ha elaborado un minucioso plan para que todo esté milimétricamente esterilizado y el contacto entre todos los que forman el programa sea nulo”, explica José Antonio Antón, director adjunto de contenidos de Atresmedia TV.

“Se han puesto en marcha medidas como extremar la limpieza y desinfección de herramientas y útiles de trabajo, la limpieza de los platós se hace con ozono, en los accesos se han colocado cámaras térmicas para medir la temperatura de la gente, se usa luz VTC para desinfectar algunos equipos, los guantes y mascarillas ya son un elemento más en el día a día, muchos presentadores o colaboradores se maquillan y visten en casa, el equipo de trabajo en plató y controles es el mínimo imprescindible”, cuenta Antón sobre unas medidas que también aplicarán parecidas en todos los canales. Como está haciendo TVE con MasterChef, que graba estos días sus últimas entregas con el concurso ya estrenado.

En Mediaset se han emitido más horas de programas en directo que en sus competidoras, como las diferentes ediciones de Sálvame, que ocupan gran parte de la tarde. “Teniendo en cuenta que la televisión ha sido considerada un servicio de primera necesidad, desde el inicio del confinamiento mantenemos una media de 21 horas diarias de producción propia en directo entre informativos y programas de Telecinco y Cuatro, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias”, explica un portavoz del grupo.

Como en cualquier sector, la televisión también vivirá su propia desescalada. “Trabajamos en un plan de retorno a partir de los plazos establecidos, atendiendo a las necesidades de nuestra actividad y estudiando la adaptación de los protocolos a las características específicas que tiene la grabación de cada serie o programa y sus posibles limitaciones de guion, espacio-temporales, etc, y con la prioridad de seguir salvaguardando la seguridad de todos”, explican en Mediaset. “Dependerá también de las características de cada programa. Los hay que ya han iniciado sus emisiones y habrá otros para los que haya que esperar un tiempo. En el caso de las series, que los rodajes se retomen antes o después vendrá marcado por su propio plan de producción, si graban en plató o en exteriores”, apunta Antón.

Nuevas dinámicas

Así como las cadenas han tratado de mantener programas en directo con las consiguientes medidas extraordinarias, uno de los sectores que más complicado lo tiene es el de las series diarias. Aunque se trabaja con un margen de semanas, el no haber podido rodar durante más de 40 días les está llevando al límite. Si todo va bien, a partir del inicio de la fase 1 de la desescalada las producciones podrán volver a ponerse en marcha. “Seguimos teniendo un margen, puede ser que podamos mantener la emisión sin detenerla”, comenta Jordi Frades, director de Diagonal TV, productora responsable de Mercado Central (La 1) y Amar es para siempre (Antena 3).

Una imagen de la serie 'Mercado Central'.
Una imagen de la serie 'Mercado Central'.Javier de Agustín

Con Amar, Frades explica que van al límite, pero que tendrán episodios hasta casi finales de mayo con material ya grabado pero al que faltaban secuencias de algunas tramas por rodar. “Hemos remontado estos capítulos, retrasando esas tramas de manera que pudiéramos cerrarlos sin ellas y así hemos podido ganar una semana más”, añade el productor. “Durante este tiempo se han estado cambiando los guiones que se grabarán. Vamos a evitar besos y abrazos, avanzándonos un poco a lo que ya sabemos que vamos a tener que hacer en las primeras semanas”, narra Frades

La Academia de Cine o la productora Secuoya han elaborado protocolos de actuación para los rodajes. En Diagonal seguirán las directrices de la empresa de riesgos laborales con la que trabajan y que reúne gran parte de las reglas de los anteriores, explica Frades: “Desinfección de las zonas, del material o del vestuario. Ampliaremos las zonas donde la gente suele estar más apretada, como maquillaje para que la gente esté más separada y haya buena ventilación natural, como si estuviéramos en un rodaje de exteriores.”.

Las medidas a tomar en los rodajes parecen claras, pero todo irá más lento. Hay que adquirir material específico para la limpieza y acostumbrarse a nuevas dinámicas. Y no será posible acelerar los procesos para dejar grabados más episodios por si vuelve a haber restricciones por un repunte del virus. “Hay que asegurar unas medidas sanitarias que en el proceso diario requerirán ciertas precauciones, que se transformarán en tiempo, como que los actores se tengan que poner el micro ellos o que tengan que estar a una distancia prudencial al interpretar las escenas. Habrá que buscar recursos que obviamente no están pensados a la hora de rodar las secuencias”, finaliza Frades. La idea es no tener que tomar medidas extremas, como la sugerida por un cargo de la BBC, que planteó la posibilidad de que los equipos de producción al completo de una serie se aíslen a modo de cuarentena durante todo el rodaje.

"La televisión generalista es más necesaria que nunca"

A la pregunta de qué conclusiones se pueden sacar de la experiencia del último mes y medio, todos coinciden en resaltar el valor de la televisión generalista en abierto. “Es más necesaria que nunca, es la única que llega a todo el mundo y la que es capaz de ser compartida de forma común. De ahí los máximos históricos de consumo que estamos viviendo. Esto es importante en una época en la que parece que la tecnología, a veces, nos aísla más que nos une”, responde el directivo de Atresmedia. “Hemos comprobado que la gente necesitaba, además de informarse, evadirse y entretenerse: de ahí nuestro gran esfuerzo para mantener en nuestra parrilla programas y espacios de entretenimiento. Los datos de audiencia que están cosechando incluso las reposiciones de nuestros concursos en Antena 3, son el respaldo del público a nuestra apuesta”, añade.

“Hemos tenido una rápida capacidad de adaptación y un gran sentido de la responsabilidad de quienes trabajan delante y detrás de las cámaras. Internamente, para cumplir con los protocolos de seguridad compaginando el teletrabajo con equipos presenciales, y de manera externa ante los espectadores, para hacerles llegar actualidad para informarse y entretenimiento para evadirse y que todo se haya producido de manera orgánica sin que se haya notado un cambio radical en nuestra programación”, apuntan en Mediaset. “Nuestro modelo de producción propia en directo ha permitido nuevamente adaptar los contenidos a las circunstancias y a demanda de los espectadores. Mantener la compañía que hacemos a diario, sumando espectadores ante un lógico incremento del consumo hasta máximos nunca vistos. Ha sido la mejor respuesta de confianza que podíamos recibir, una reivindicación del poder congregador de la televisión”.

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