Este es el aspecto que tendrá el nuevo ‘Pasapalabra’
Antena 3 ultima el decorado de la nueva etapa del concurso, la cual pretende estrenar en las próximas semanas
Este es un plató para un circo de tres pistas: en él se debe renovar un programa de 20 años de antigüedad, uno de los más queridos de la parrilla española, sin espantar a su público de toda la vida. A la vez, se tiene que encajar en la estética de Antena 3 un formato que desarrolló su rival más enconado, Telecinco. Y por último, está obligado a ser de los primeros platós en adaptarse a las leyes del coronavirus.
En el decorado de Pasapalabra confluyen los tres grandes retos que afronta el venerable concurso ahora que está a punto de empezar una nueva etapa en Antena 3 tras 13 años en Telecinco. Los tres se solucionan, dicen en la casa, con la misma directriz. “Entendemos que lo que la gente demandaba era ver Pasapalabra en sus casas”, promete Juanra Martín, el director de imagen de Atresmedia, uno de los grandes veteranos del mundillo y responsable del nuevo plató. “Nuestra intención no era ser vanguardistas sino renovar un programa familiar."
El plató es un elemento televisivo cuya importancia cuesta tanto exagerar como explicar. Sus formas y sus espacios dictan el tono y el ritmo de lo que ocurra en él, si bien esa influencia no siempre alcanza la consciencia del espectador. Como cualquier otro diseño, opera en un plano sensorial, donde una decisión mal tomada en cualquier momento del desarrollo puede arruinar el conjunto. Precisamente, en Pasapalabra el tono y el ritmo están grabados de forma nítida en generaciones de espectadores. El plató tenía poco margen para innovar. “Trabajamos con las mismas pautas que ha tenido el programa siempre: el color muy azul, porque históricamente siempre ha sido así. Si cierras los ojos y te dicen Pasapalabra, el es el color que te viene a la mente. Hay un contrapunto de naranja, porque la competición impone tener dos colores, pero no jugamos con más tonos ni más historias. Luego sí hemos modificado algunas cosas, sobre todo las formas. La mesa sigue siendo redonda pero con una impronta que recuerda a las cosas que hacemos en Atresmedia, con más tecnología y más cargada de audiovisual. Hemos jugado con el nombre de Pasapalabra para construir los atriles. Buena parte del decorado son luces LEDs y pantallas, incluso las gradas de público, que por ahora van a permanecer vacías”.
Quien también carga con el trabajo de equilibrar lo nuevo con lo viejo es Roberto Leal, el nuevo y quinto presentador del programa tras 13 años de Christian Gálvez. En sus primeros programas invitará, en el bando de los famosos, a la actriz Marta Hazas, el ex jugador de baloncesto Fernando Romay, la presentadora Berta Collado, y el actor Canco Rodríguez. Chenoa irá más adelante, según Vertele.
El programa ya está grabando lo que serán sus primeras emisiones en un mundo en el que todos los estrenos se han retrasado. “Teníamos hecho el decorado y vino el cornavirus”, lamenta Martín. Se descartó retrasar la fecha -“qué cojones retrasar”, explica Martín- y se optó por cambiar el decorado para reducir el riesgo de contagio. En la mesa, las sillas antes estaban a 80 centímetros de distancia; ahora lo están a 163. El presentador se sentaba a 130 centímetros de ellos, ahora está a tres metros; se acercará a dos solo durante la prueba del Rosco, el cual, avisa Martín, está casi igual. “El Rosco es poco cambiable”.
Pasapalabra nació en Antena 3, en el año 2000. En aquella época Martín todavía no estaba en Atresmedia. Trabajaba en la imagen del Festival de San Sebastián y dirigía la de Canal Plus. Poco después, iría a TVE, donde, en 2004, cambió la imagen del organismo público al que tenemos ahora. También la de los informativos. Al poco fue a Atresmedia, donde también cambió los logos, y definió la estética de la casa, sobre todo en La Sexta. Hay algo simétrico en su vuelta a Pasapalabra y cómo ajusta el formato para que encaje en su visión. "Lo hemos actualizado mucho con respecto a 2000”, explica. “En el nuestro hay letras en el suelo, como ya estaban en los orígenes, solo que entonces estaban pintadas con pintura. Entonces la estética era muy diferente, se hacían decorados con madera y pintura. Pero aunque los tiempos han cambiado, y han cambiado, es el mismo escenario”.
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